Foto: Maya Goded / Hablan los Pueblos

En mi colectivo de semillas llevamos ya 18 años de organizarnos en las comunidades indígenas de Bacalar para trabajar en la defensa de las semillas nativas. En los últimos años hemos visto cómo los gobiernos han desarrollado un conjunto de leyes para ir legitimando y legalizando procesos de despojo no sólo en Bacalar, sino en toda la Península de Yucatán.

Cuando se viene el anuncio de que en nuestra región va a construir un tren del despojo, -perdón, un Tren Maya-, nosotros nos preocupamos un montón. Es importante entender la coyuntura en la que nace esta propuesta de proyecto. Hablamos de que en la Península aproximadamente hace dos o tres años iniciaron proyectos como parque fotovoltaicos, eólicas, granjas de cerdos, y sobre todo el proyecto de la agroindustria, donde el Estado mexicano ha estado autorizando una serie de permisos para el cultivo principalmente de soya transgénica en su etapa comercial y por tiempo indefinido. Es un tipo de cultivo que requiere grandes cantidades de agroquímicos para que se pueda lograr la producción. Este es el contexto, la condición en la que nosotros vivimos.

Hay en Bacalar una laguna de 52 kilómetros aproximadamente, una laguna muy bonita, de siete colores, que ahora ya no le pertenece a los indígenas. Es un lugar que hoy en día está bajo el poder de gente extranjera, de mucho dinero, de muchos políticos que han estado implementando leyes para despojar a los indígenas de sus tierras. Hoy el indígena que quiere ir a bañarse, a tocar, a disfrutar estas aguas, no tiene acceso a ese lugar sagrado que los abuelos y las abuelas cuidaron con tanto respeto. Hoy en día ese lugar ya se ha vuelto un lugar para el turismo, para la explotación, para la mercantilización del territorio. Eso es lo que está ocurriendo en nuestra región.

Gloria Muñoz decía que hicimos un recorrido para conocer lo que ocurría en la región y, efectivamente, hablamos de que a nivel nacional la Península de Yucatán es uno de los lugares con mayor deforestación. Es una deforestación propiciada, dirigida y orientada por parte del Estado para el crecimiento de la agroindustria. La parte de Campeche es una de las regiones que ha sufrido mayormente la deforestación llevada a cabo por parte de los menonitas, con la autorización y complicidad del Estado mexicano. Y hasta el día de hoy ese modelo sigue creciendo.

Lo que se pone en riesgo son todas las actividades que la gente tiene para poder vivir bien, como la agricultura. Este año nos comentaban los apicultores que no lograron las cosechas de hace algunos años. Decían que era extraño, porque normalmente tenían un promedio de producción de miel y este año no lo lograron. Empezaron a hacer un análisis para saber qué había ocurrido y resulta que la deforestación no sólo siguió, sino que aumentó y también se murieron muchas abejas por el tema de la contaminación con glifosato, que es el principal químico que se utiliza en la región para los cultivos de transgénicos.

Los apicultores c se preguntan, con este tipo de proyectos que el gobierno está impulsando, ¿dónde quedó esa nueva política que este nuevo gobierno planteaba, de que se iba a proteger la naturaleza? Resulta que la manera en que el gobierno está actuando es promoviendo un programa que se llama Sembrando Vida, para que donde todavía queda selva virgen, selva alta, se deforeste y se reforeste con plantas que no son incluso de la región. Ese tipo de proyectos no son para proteger a la naturaleza, son para seguir destruyéndola.

Recientemente en el ejido Juan Sarabia se anunció que se iban a deforestar 2 mil hectáreas para el programa Sembrando Vida, y uno se pregunta qué onda con ese tipo de programas que se supone que son para la conservación de la naturaleza. Nos preocupa mucho este tipo de política, que nos parece que es de continuidad, es una política neoliberal.

El Tren Maya desde nuestra perspectiva es un proyecto que une un conjunto de megaproyectos que en la Península ya se están llevando a cabo. Hablamos de la Riviera Maya, que actualmente es la zona con mayor violencia, sobre todo Cancún y Playa del Carmen, donde todos los días encontramos gente que está siendo asesinada por el control del territorio por parte del crimen organizado. Este tipo de turismo es preocupante, y es justo el que empieza a mirarse en Bacalar.

Desde el anuncio del Tren Maya el nivel de violencia ha incrementado en grandes porcentajes. La semana pasada asesinaron a tres personas, y la gente comenta en el municipio que no era algo común, que no era algo que se viera. Era un municipio al que la gente iba a divertirse, a estar con la familia, a estar tranquilo, pero desde que se anunció el Tren Maya ha habido el incremento de la violencia.

Este proyecto, que el gobierno ha denominado de reordenamiento territorial, nos recuerda como ordenaron Bacalar, como ordenaron Playa del Carmen y como ordenaron Cancún. Se trata de ir quitando más tierras, se empiezan a desplazar las actividades que la gente tiene para sobrevivir, que son la agricultura y la apicultura. Este tipo de reordenamiento territorial responde a desplazar las actividades que la gente tiene para sobrevivir en la región.

Cuando se habla del Tren Maya es importante entender el fondo del proyecto. No se trata solamente de un medio de transporte, el fondo del asunto tiene que ver con todo un proyecto de inversión de infraestructura que viene detrás. Hasta la fecha tenemos entendido que este tren tendrá un recorrido de cerca de mil 500 kilómetros, en los que se proyectan aproximadamente unas 15 estaciones. En cada estación habrá subcentros de desarrollo o polos turísticos. Dicen que se albergarán cerca de 50 mil personas en cada uno de estos subcentros o polos turísticos, donde no se ha informado qué tipo de gente habrá en esas ciudades. Son interrogantes que todavía están sueltas, pero que nos dan una idea de para qué y para quién se va a hacer esto.

Nosotros como pueblos indígenas mayas de la Península hemos estado en la defensa del territorio desde la parte jurídica también, haciendo uso de nuestros derechos hemos implementado recursos para ponernos contra la autorización de permisos del cultivo de soya transgénica. A través nuestra experiencia hemos mirado que estos procesos de consulta que se están llevando a cabo en nuestro país son consultas a modo, que no cumplen con el mínimo de los lineamientos establecidos en los convenios internacionales. Estas consultas resultan ser sólo procesos administrativos para la validación de proyectos de despojo.

Lo que exigimos continuamente es que nos reconozcan nuestro derecho a la libre determinación, nuestra libertad de decidir el tipo de proyecto que nosotros como pueblos indígenas queremos. No necesitamos que nos vengan a preguntar si estamos de acuerdo o no con el Tren Maya, ésa no es la pregunta. La pregunta tendría que ser qué es lo que nosotros necesitamos como pueblos indígenas para vivir dignamente en nuestro territorio.

Eso es lo que nosotros estamos exigiendo al gobierno, pero lo que hemos mirado como respuesta y resultado, es el cómo están llevando a cabo la legalización de estos procesos de consulta, que resulta todavía más confusa porque mucha gente que ahora labora en esos espacios pensamos que eran aliados, que eran compañeros. Con este tipo de acciones y de consultas, resulta que se han alineado con esta política neoliberal, son compañeros que ahora están sirviendo a esas políticas capitalistas.

No solamente pasa en esa institución, sino que está pasando en diferentes instituciones del gobierno, que compañeros que en su momento estuvieron apoyando causas, hoy los miramos defendiendo estas políticas. Para nosotros es alarmante porque lo que ha ocurrido es que se ha fragmentado la organización colectiva y regional. Había una confianza en las personas que hoy ya no está. En esto del Tren Maya también hay compañeros que en su momento fueron aliados, y hoy están impulsando ese tipo de proyectos.

El 12 de octubre, una fecha importante que nosotros recordamos todavía dolorosamente por los despojos, por los daños, por los asesinatos hacia nuestros abuelos, hoy miramos que sigue siendo la misma forma de política, esa misma actitud y manera de lastimar a los pueblos indígenas. Tenemos el caso del compañero Samir Flores, que lamentablemente ha sido asesinado por defender la causa de los pueblos.

Esperemos que este espacio que hoy se convoca realmente sirva para escuchar y entender que estos proyectos que impulsa el gobierno no son más que proyectos de despojo.

Participación de Heber Uc, del Colectivo de semillas Much’ Kanan I’naj, de Nueva Jerusalén, Bacalar, Quintana Roo, en la presentación del proyecto multimedia Derecho de Réplica. Hablan los pueblos. Colegio de San Ildefonso. 15 de octubre de 2019