Por la mañana del primero de noviembre, la Policía Nacional Civil hizo un desalojo violento a la comunidad la Cumbre Chamché, en Tactic Alta Verapaz. Despojar de tierras ancestrales a las comunidades q’eqchi y poqomchi´ genera caos y se violentan los derechos de las comunidades. Esto también es una forma de corrupción a beneficio de intereses de finqueros y empresas.
Hechos:
A las cinco de la mañana, al menos unos 60 miembros de las fuerzas antimotines de la PNC de varios departamentos, ingresaron a la comunidad La Cumbre con una orden de desalojo. Además se les acusa de usurpación, usurpación agravada y tala de árboles. El desalojo fue promovido por Raúl Alfredo Morales Cahuec y su hermano Oscar Morales Cahuec.
Esta comunidad ha estado participando en una mesa de diálogo con la Secretaria de Asuntos Agrarios (SAA) para que le se reconozca su derecho a la tierra, ya que varios años fueron mozos colonos.
Son 25 familias Q´eqchi´ entre ellos niños, niñas, ancianos, ancianas, hombres y mujeres, fueron afectados por la perdida de sus cultivos y hogares al dejar que los comunitarios sacaran su cosecha maíz, dejando a varias familias de la comunidad sin los granos básicos para sus alimentaciones y pernoctando entre la montaña
En Alta Verapaz las empresas extractivas de monocultivos, hidroeléctricas y minería se han adueñado de la mayoría del territorio y los ríos, sin consultarle a la población indígena y campesina. Estas dinámicas como desalojos violentos son instrumento de los terratenientes y personas que tienen sus intereses particulares.
Los comunitarios dan a conocer que durante el desalojo varios miembros de (PNC) acosaban sexualmente a las mujeres, violentado sus derechos y provocando mayor violencia y miedo, éste es un problema histórico y patriarcal.
Criminalización y judialización
Esto quiere decir que se estigmatiza, se acusa, se persigue penalmente y se encarcela a quienes simplemente se oponen a éstos proyectos, por considerarlos nocivos para la vida. En el caso de la comunidad La Cumbre hay un campesino en la cárcel, y diecisiete personas más con orden de captura. Durante este desalojo los finqueros mencionaron que si las familias no se retiraban de la tierra, pondrían órdenes de captura a todas las mujeres, esto claramente es una forma de represión y está claro el mensaje “no dejar que las poblaciones se organicen para la defensa del territorio.“
Los derechos humanos, que hasta hace poco tiempo estaban constantemente en las grandes declaraciones y en boca de las élites políticas tradicionales, no pueden perderse y quedar supeditados a conveniencias, mercados u otros intereses económicos
“Uno de los finqueros le dió un golpe a un niño de la comunidad y los miembros de la PDH, MP y PNC lo dejan pasar minimizando esta acción violenta, aduciendo de como no había sangre de por medio no fue violencia”.
En el territorio del pueblo Q´eqchi’ y poqomchi´ se viene librando una lucha sin descanso desde el año 1960 hasta hoy día, para hacer valer nuestro derecho de acceso a la tierra, a un lugar digno donde vivir, trabajar, alimentar a la familia y fortalecer nuestra cultura e identidad
Se sabe que para mañana 2 de noviembre seguirá el desalojo. Lamentablemente este problema está ocurriendo en la región de las Verapaces, violentando los derechos de miles de familias campesinas e indígenas, que solo buscan disponer de tierra para cultivar y ganarse honradamente su sustento diario.
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