Culiacán, Sin., 23 de septiembre.
La Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina, y dirigentes de las cooperativas pesqueras de la presa El Comedero, denunciaron que la empresa minera Bacis contaminó los ríos Los Remedios, en el estado de Durango, y San Lorenzo, en Sinaloa, provocando mortandad de peces, desplome drástico en la captura de especies y una raquítica situación económica y social.
En conferencia de prensa en esta capital, Gonzalo Armenta, abogado de los inconformes, adelantó que interpondrán una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra la compañía productora de oro número uno en el país a fin de que repare los daños causados a los pescadores y al ecosistema.
Los quejosos afirmaron que en enero de 2013 la presa de jales de la mina Unidad El Herrero, de Grupo Minero Bacis, ubicada en la zona alteña de Durango, se rompió y vertió unas 300 mil toneladas de residuos tóxicos al río Los Remedios; la contaminación alcanzó el río San Lorenzo, en el municipio sinaloense de Cosalá, cuyo cauce pasa también por Culiacán.
Los cooperativistas deman- daron realizar estudios para analizar la baja producción que tuvieron desde 2009 y buscaron el apoyo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, y la Comisión Nacional del Agua, pero funcionarios de las dependencias argumentaron que no contaban con los medios suficientes para hacer un análisis de esa magnitud.
Los productores y las cooperativas solicitaron apoyo del Instituto de Ciencias del Mar, con sede en Mazaltán, y realizaron la investigación junto con Federico Páez, doctor en Ciencias del Mar por la Universidad Nacional Autónoma de México.
En junio pasado se concluyó la segunda parte del estudio que se hizo con base en muestras de agua y peces que se llevaron al laboratorio, en las cuales se encontraron altas concentraciones de plomo, zinc y mercurio.
Actualmente, la presa de jales sigue funcionando, pero con sistema nuevo. Los residuos ya no son líquidos; se desechan los materiales tóxicos en una pasta lodosa que sigue contaminando el agua de los ríos, lo que, aseveraron, ha provocado la muerte de cuatro personas, aunque no documentaron los casos.
Señalaron que a causa de contaminación en el río la producción se ha detenido por completo. No podemos pescar ni para comer, tampoco vender, y la producción no da ni para la gasolina
, reprochó Jorge Zazueta Urrea, líder de una de las cooperativas.
Manifestó que están preocupados ante la posibilidad del desarrollo de enfermedades derivadas de la alta toxicidad de las aguas de la presa El Comedero; advirtieron que temen padecer cáncer de páncreas, hígado y colon.
Cinco cooperativas están sin trabajar; unos 300 pescadores que llegaban a capturar mil 500 toneladas al año, ahora no llegan ni a 800 toneladas, con pérdidas en el último año por alrededor de 7 millones de pesos.
Los inconformes explicaron que antes una sola cooperativa facturaba alrededor de 7 millones de pesos, y hoy las cinco juntas no pueden alcanzar un millón y medio de pesos. Las comunidades afectadas son Mezcaltitán, La Ilama, Higueras de Jacopa, El Ranchito y San José de Las Copas, todas ubicadas en Cosalá.
El problema no se limita a contaminar el río, pueden afectar el valle de San Lorenzo, donde se produce tomate, chile y maíz. El lugar donde siempre se ha producido alimento sano está en peligro
, alertó el abogado.