Foto: Cuartoscuro
Ciudad de México | Desinformémonos. La noche del 15 de noviembre fueron detenidos dos autobuses en los que se trasladaban alrededor 60 integrantes de la Caravana Migrante por personal del Instituto Nacional de Migración (INM) y policía federal en la carretera Hermosillo-Nogales, en Sonora, proceso en el cual participó José Alfredo López Mota, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), denunció la Comisión de gestión y diálogo del Éxodo Centroamericano, que acompaña a los migrantes en su camino por el país.
De acuerdo con el Éxodo, a los migrantes del primer autobús los obligaron a subir “a perreras de migración” y los que se trasladaban en el segundo autobús “se resistieron a bajar, así que personal del INM se subió y dio instrucciones al conductor de seguir a las perreras”.
“Fueron escoltados por policía federal y llevados a Hermosillo donde les dijeron que quedaban asegurados para comenzar su proceso de deportación”, explicó el Éxodo. Agregó que ya en las instalaciones de migración, López Mota pidió a los migrantes bajar del autobús, pero que “la gente no quiso hacerlo y comenzaron a usar la fuerza para hacerlos bajar”.
“Consideramos sumamente grave que se solicitara el apoyo de la CNDH para monitorear el debido respeto a los derechos humanos de las personas migrantes y el propio personal de la CNDH haya colaborado con el personal de INM para hacer bajar a las personas del autobús”, destacó el Éxodo.
Los integrantes de la Comisión del Éxodo señalaron que en la madrugada de este viernes los migrantes fueron trasladados nuevamente sin haber sido informados de su destino, lo que se suma a las agresiones en su contra desde su recorrido, pues cuando transitaban por la carretera “los mismos autobuses se habían negado previamente a detenerse en la caseta de cobro en el kilómetro 15 para que la gente recibiera agua y alimento, pues quienes se trasladaban llevaban sin comer, por lo menos, un día entero y los agentes de la policía federal obstruyeron a las personas que estaban ahí para ayudar, con el argumento de que les darían los servicios en Pesqueira, situación que no sucedió”.
Ante los hechos, el Éxodo exigió liberar a los migrantes y no someterlos a la deportación, pues tienen el derecho de solicitar asilo como refugiados al huir de la situación de violencia, persecución y pobreza en sus países de origen.