Amnistía Internacional (AI) advirtió que el sacerdote Alejandro Solalinde fue amenazado de muerte el pasado domingo cuando trasladaba a un grupo de migrantes al albergue Hermanos en el Camino, al tiempo que el propio religioso confirmó que en el mes y medio anterior ha sufrido cinco actos intimidatorios de este tipo.
En entrevista previa a la entrega del Premio Nacional de Comunicación José Pagés Llergo, Solalinde indicó que, según información que ha recibido, tres de esas cinco amenazas de muerte habrían sido enviadas por políticos, “sin decirme quiénes ni de qué nivel”.
Para cumplir las amenazas, los autores intelectuales pretendían usar a sicarios del cártel de Sinaloa, pero los cabecillas de ese grupo delincuencial se negaron, “porque no querían salarse matando a un sacerdote”, le explicaron.
El activista atribuyó los ataques a que “seguimos estorbando intereses del narcotráfico y de otras personas oscuras”.