El sistema mundial de alimentos está roto
y no puede repararse a menos que tenga bases sólidas, advirtió Oxfam, organización no gubernamental que lucha contra la hambruna, en reacción al reporte dado a conocer por la FAO sobre el alza en el costo de los comestibles. La agrupación demandó inversiones en los pequeños productores agrícolas.
la pelota está en el tejado de los líderes mundiales, sobre todo los del Grupo de los 20 (G-20), que deben ponerse las pilas y salir de su perezosa autocomplacencia y atajar de una vez por todas la alta volatilidad en los costos de alimentos y frenar la especulación. Si no, millones de personas engrosarán las cifras de los que hoy no tienen qué comer.
Es urgente que se invierta ya en la agricultura productiva y en los pequeños productores, que son los que generan los alimentos básicos para la población; que se abandonen las absurdas metas marcadas por Estados Unidos y la Unión Europea sobre utilización de agrocombustibles, que convierten en gasolina grandes cantidades de comida, mientras mil millones de personas no tienen qué comer cada día, y que se aborden las causas del cambio climático que, a la larga, colapsa nuestro sistema alimentario por completo, dijo Oxfam.
Oxfam considera que en el planeta hay mil millones de personas que no pueden autoabastecerse, y son las que están ante un inminente peligro de no tener comida, ante la escasez de insumos provocada por costos elevados. Alertó que el encarecimiento de maíz, trigo y arroz puede tener consecuencias catastróficas
para los países en desarrollo que dependen de las importaciones de estos cereales.
La ONG coincidió con organismos oficiales internacionales en que la principal causa del incremento en los costos de los alimentos ha sido la sequía en diversas naciones, que en el caso de Estados Unidos ha sido la más severa en casi 60 años.
Además de criticar la falta de apoyo a pequeños productores agrícolas, insistió en que el uso irracional
de agrocombustibles ha influido en el aumento de precios, ya que sólo en 2011 requirieron de más del 40 por ciento de las reservas de maíz en Estados Unidos, cifra que de acuerdo con el movimiento de las estadísticas se moverá al alza