Ciudad de México | Desinformémonos. “Desde un año antes de nuestra graduación, estudiantes de actuaría de la Facultad de Ciencias de la UNAM conformamos un Comité organizador para nuestra fiesta de graduación. A través de un flyer contactamos a Luis Fernando Sánchez Martínez y su empresa Punto y Coma Eventos, quien meses después nos defraudaría con casi un millón de pesos. Ciento dieciséis estudiantes nos quedamos sin fiesta de graduación”, dij0 a Desinformémonos Erika Rodríguez, integrante de dicho Comité.
El primer contacto de los estudiantes con Luis Fernando Sánchez Martínez fue vía telefónica en septiembre de 2015. Después de ese intercambio se reunieron en persona para conocer lo que la empresa podría ofrecerles. El 17 de octubre de 2015 firmaron el contrato para aproximadamente 1000 personas, sin sospechar que uno de sus sueños sería truncado.
“Estábamos muy emocionados, muchos ya habían comprado sus trajes o vestidos, familiares que viven en otros estados adquirieron previamente boletos para viajar el día de la graduación, algunos pagaron hasta 54 boletos de 800 pesos cada uno”, afirma Eduardo Ochoa, también integrante del Comité organizador de la fiesta de graduación de los estudiantes de actuaría generación 2013-2016.
“Todo parecía normal -continúa Eduardo- la fiesta de graduación sería el 21 de julio de este año, los servicios incluían una prefiesta, la cena en el colegio Vizcaínas con duración de 10 horas, una botella de licor por mesa, música e incluso la misa dentro del lugar”.
Después de la firma del contrato los estudiantes realizaron los pagos a Luis Fernando Sánchez Martínez a través de depósitos bancarios y otros en efectivo.
“Realizamos pagos de aproximadamente 950 mil pesos. En febrero de este año Luis Fernando nos pidió que en vez de depositarle a él le depositáramos a su papá, el señor Rubén Sánchez Olvera, ya que quería evitar que le cobrarán comisiones por las cantidades de dinero que estaba recibiendo. Nosotros sin ninguna sospecha atendimos la petición”, afirma Hugo Aguilera, también estudiante defraudado.
“En ningún momento sospechamos de él pues además de la firma del contrato, el 20 de mayo de este año Luis Fernando Sánchez Martínez nos llevó a la fiesta de graduación de los estudiantes de la Facultad de Arquitectura. Estuvimos en el Colegio de las Vizcaínas viendo e imaginando cómo sería nuestra fiesta. También tuvimos la prefiesta del 24 al 26 de junio en Cuernavaca. Fuimos recogidos en el auditorio de Ciudad Universitaria el viernes 24 y la prefiesta se realizó sin ningún problema”, sostiene Erika Rodríguez.
El 10 de julio, once días antes de la fiesta de graduación, Luis Fernando Sánchez Martínez comenzó a evadir la comunicación con los universitarios.
“No nos contestaba para nada y cuando por fin lo hizo, dijo que estaba muy ocupado con otras graduaciones, eso nos pareció lógico, pero después nuevamente nos evadió. Acudimos al Colegio de las Vizcaínas en donde nos dijeron que no había ninguna reservación para esa fecha, ni en ninguna otra para la Facultad de Ciencias”, recuerdan los estudiantes del Comité organizador.
Después de ello, los estudiantes decidieron emprender acción legal contra Sánchez Martínez y su empresa.
Sandino Rivero Espinosa, abogado de los estudiantes del Comité organizador, e integrante del Despacho Rivero y Asociados, Defensa Estratégica en Derechos Humanos refiere que han presentado por la vía legal una denuncia ante el agente del Ministerio Público en la Delegación Benito Juárez de la Ciudad de México pero el Fiscal de la Delegación “no ha hecho su trabajo y ha sido omiso”.
“Hemos presentado documentos y testimonios, pero incluso sin desahogar todos los medios de prueba, en algún momento el Ministerio Público lo que hizo fue decir que no existía el delito de fraude y que en todo caso acudiéramos a la vía civil, por lo que hemos acudido a una autoridad superior al Fiscal de Benito Juárez, quien está revisando la determinación que tomó dicho Fiscal. Si la Procuraduría de la Ciudad de México asume también que no es fraude, las víctimas y sus abogados tenemos el derecho de acudir a un juez de control para pedir que esta decisión se revierta. Eso lo sabremos en los próximos días dependiendo de lo que diga la Procuraduría de la Ciudad de México, quien hasta la fecha no ha llevado acabo una investigación efectiva e imparcial y ha tomado todo esto como una mera formalidad, lo cual rompe completamente con sus obligaciones”, afirma Rivero Espinosa.
La defensa de los estudiantes universitarios presentó también una denuncia contra Luis Fernando Sánchez Martínez por incumplimiento de contrato, quien hasta la fecha no ha sido localizado.
Los estudiantes del Comité organizador y sus representantes manifiestan su preocupación por el actuar de las autoridades universitarias tanto del Rector de la UNAM Enrique Graue Wiechers, como del Director General del Patronato Universitario, Pablo Tamayo Castroparedes quienes hasta hoy no se han manifestado ni actuado al respecto. Contrario a ello, la empresa Punto y Coma sigue apareciendo en la lista oficial de los proveedores de servicios que la Universidad recomienda.
“El llamado es también al patronato universitario a que no sea omiso, no por ganarse unos pesos esté aceptando y siendo cómplice de esta situación, y digo no por ganarse unos pesos, porque en los requisitos para explotar la marca y el escudo de la UNAM se solicita que se dé una fianza por parte de las empresas, es decir la universidad sigue recibiendo dinero por parte de esta persona y su empresa”, concluye Sandino Rivero.
“Cuando informamos de todo esto a nuestros compañeros, muchos desconfiaron, pensaron que habíamos sido nosotros quienes les habíamos robado pero no es así, tenemos todas las fichas de depósito y otros documentos que prueban que el dinero fue depositado a Sánchez Martínez. Podríamos quedarnos sin hacer nada pero no será así, queremos el dinero de todos los estudiantes de regreso y haremos todo lo legalmente necesario para que así sea. Lo hacemos también porque sabemos que este señor se ha dedicado a defraudar en otras facultades de la UNAM y en universidades privadas. Queremos alertarlos y que si han sido víctimas se unan a esta exigencia para que no se vuelva a repetir”, finalizan los estudiantes defraudados.
Una foto del defreudador para hacerlo publico