Ciudad de México | Desinformémonos. Yndira Sandoval Sánchez, activista y defensora de derechos humanos, presuntamente violada el 16 de septiembre por una mujer policía en Tlapa, Guerrero, pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos intervenga en su caso porque dijo no confiar en la Fiscalía de Guerrero ni en la Procuraduría General de la República (PGR). Denunció haber sido detenida arbitrariamente, torturada y violada en una celda por una mujer policía.
En conferencia de prensa en la Ciudad de México, Yndira Sandoval insistió en que a ella la «violó el Estado, y es al Estado a quien le exijo la reparación integral del daño”.
Poco tiempo después de que se interpusiera la denuncia y que los medios de comunicación dieran difusión a este caso, se filtraron dos videos por redes sociales donde se muestra a la activista con algunas copas de más reclamando en tono airado a la policía, lo que fue utilizado para desacreditarla. “Beber no es un delito, que me violen, que me torturen, que me criminalicen, que me hayan privado de la libertad ilegalmente, que me revictimizen y que violen el debido proceso todas las instituciones sí lo es y no es cualquier delito”, advirtió.
Detalló que las autoridades intentaron persuadirla para evitar la denuncia. El dictamen pericial se realizó dos días después, confirmando la agresión sexual que sufrió.
El miércoles 25 por la tarde un grupo de feministas y defensoras entre las que se encontraba Yndira, marcharon a las oficinas de la representación del estado de Guerrero para exigir justicia para la activista, gritando consignas como “Yndira somos todas” y “No estás sola”.