Foto: Grieta.org
La casa del pueblo, Altepelmecalli, es la sede de encuentros, foros y talleres comunitarios.
En el municipio nahua de Juan C. Bonilla, Puebla, donde desde 1992 se instaló una planta embotelladora de agua y la trasnacional Bonafont extraía hasta el año pasado un millón 600 mil litros diarios, ahora se encuentra un centro comunitario por la defensa de los territorios y la vida.
El periodista Hermann Bellinghausen así lo describe: “El pozo ilegal donde la empresa almacenaba el líquido dentro de las instalaciones fue tapado por las mujeres y sirve de gallinero bajo una pinta: Pozo de muerte (…) Lo que fue área de retiquetado hoy se usa para criar borregos y el almacén de aceites se volvió porqueriza”.
Altepelmecalli es el nombre del centro cultural y comunitario recuperado por los habitantes de 22 comunidades organizados como Pueblos Unidos de la Región Cholulteca y de los Volcanes, también pertenecientes al Frente de Pueblos en Defensa del Agua y la Tierra de Morelos, Tlaxcala y Puebla.
La embotelladora de Bonafont fue clausurada por los pueblos indígenas el 22 de marzo, Día Internacional del Agua, pero desde el 8 de agosto, ante lo que señalaron como negligencia de autoridades, fue ocupada pacíficamente y transformada en “casa del pueblo”, ahora es sede de encuentros y foros por la defensa de la vida.
El 17 de enero se llevó a cabo el “Encuentro nacional contra gasoductos y proyectos de muerte”, donde más de 15 movimientos del país se pronunciaron contra el “decreto presidencial del 22 de noviembre de 2021” porque legaliza el despojo y la imposición de megaproyectos en los territorios, y así lo sentenciaron.
También en enero se celebró el “Curso-taller internacional para la defensa y cuidado de los territorios de vida: mapeo comunitario y cartografías sociales” y, para conmemorar el aniversario de la clausura de Bonafont, el 22 de marzo saldrá una “Caravana de los pueblos por la vida y contra los megaproyectos”.
Publicado originalmente en La Coperacha
Nos venden lo que ya es nuestro