Cuentos infantiles con un toque verdivioleta

Saltamontes

Imagen: Ilustracion de Un cuento propio: el álbum ilustrado (Irene Cuesta)

Buscar lecturas infantiles es una tarea de lo más placentera, y si además nos ponemos las gafas verdivioletas, el disfrute (y aprendizaje) están garantizados. El texto de hoy recopila las recomendaciones que nos han llegado a Saltamontes. Lo advertimos, no es ni mucho menos una lista exhaustiva: esperamos completarla con vuestras aportaciones en comentarios. Y nos quedan pendientes para un próximo artículo, las propuestas de lecturas juveniles.

¿QUÉ HACE A UN LIBRO ECOFEMINISTA?

En el mensaje que enviamos pidiendo recomendaciones lo explicamos así: “Libros que hablen de la importancia de poner la vida en el centro, de los cuidados, de nuestra relación con otros seres (humanos o no) y con el planeta. Que sirvan para explicar qué es el cambio climático, crear conciencia ecológica o fomentar el amor por la naturaleza”.

Para afinar un poco más con la definición preguntamos a María González Reyes que añadió estas características: “que tengan a mujeres como protagonistas y den voz a mujeres de otras culturas más sostenibles, narrando desde su voz no desde la que les ponemos desde aquí”. Además, añade,“que cuenten las heroicidades que se esconden en las pequeñas cosas cotidianas que hacemos cada día, la importancia de cuidar o lo que es imprescindible para que exista la vida”.

Nuestra compañera Nerea Ramírez Piris añade: “un cuento ecofeminista es el que habla sobre cosas que pasan, sobre relaciones o formas de estar en el mundo que son de verdad importantes para que todas vivamos mejor. Y que en ese contar no se olvidan del papel que tienen las mujeres y la naturaleza”.

DOS EDITORIALES Y TRES LIBRERÍAS RECOMIENDAN

Con estas ideas en mente emprendemos la aventura de buscar títulos para nuestra lista. Por un lado preguntamos a colaboradoras y amigas de Saltamontes; por otro, a editoriales y librerías que parecen tener cierta inspiración ecofeminista en sus catálogos. Al igual que ocurre con los libros, no están -ni mucho menos- todas las que son.

Comenzamos con Emilia Lope, editora de Errata Naturae, que nos cuenta que los libros que buscan para su colección infantil están enfocados a la “naturaleza, ecologismo, amor y respeto hacia los seres no humanos”. Libros, por otra parte, acordes con sus propias inquietudes ya que consideran vital “compartir libros con conciencia ecológica”. Nos recomienda Natcha de Mélodie Baschet de su propia editorial y El oso polar  de Jeni Desmond de la editorial Kókinos.

Savanna Books también nos ha hecho llegar sus sugerencias. Se trata de una editorial que como nos explica Cris Camarena tiene un enfoque social y ambiental. Para ella el ecofeminismo hay que entenderlo “como una actitud ante la vida, en la que somos más eco y menos ego”. Por ejemplo, en Olivia y las plumas de Susanna Isern y Esther Gili, la primera de las recomendaciones que nos hace llegar, esto se manifiesta en al forma que tiene la protagonista de cuidar el planeta Tierra. Su otra recomendación es Amaryllis de Germán Machado y Anna Aparicio editado por Thule.

Las tres librerías con las que hemos intercambiado recomendaciones son La Otra de Valladolid, La Pantera Rossa de Zaragoza y La Caníbal de Barcelona. Se trata de espacios que nos inspiran, no solo para la lectura; sino también para abrir la mente y ampliar la mirada.

Desde la librería La Otra nos recomiendan Cuando el hielo se derritede Rosie Eve, Catalina y los bosques de hormigón de Ana Laura Barros y David Acera y Mi misión era acercarme a Miranda de Belén Gopegui. De este último rescatan este fragmento que es en sí mismo una buena definición de ecofeminismo: «(…) para que exista la vida tiene que existir un conjunto muy especial de relaciones. A menudo la gente olvida que si esas relaciones se rompen, la vida podría desaparecer. La vida entera, la de las personas, la de los árboles, la de los gatos, las lechugas, los saltamontes.»

En el centro social y librería La Pantera Rossa de Zaragoza también nos han hecho una lista de libros “sobre la vida del planeta y la nuestra propia”. Sus propuestas son Uno de Esther Merchan Montero, Cuando floreció la risa de Gioconda Belli y La huída de Peggy Sue de Federico Delicado. Y para terminar, las recomendaciones que nos llegan de La Caníbal. Se trata de El regalo de la Giganta de Guia Risari y Beatriz Martín Terceño y El meu primer hort urbá de Estela Delgado y Hortensia Lemaître.

OTRAS SUGERENCIAS

Como decíamos, también hemos preguntado a amigas y colaboradoras del blog. Madres, padres, tías, amigas de amigas, ilustradoras y escritoras nos han ayudado a conformar esta lista que, a pesar de que seguro se queda corta, ya da para unas cuantas horas de lectura. Y además, vista la red que se ha tejido para ayudarnos con este artículo, nos han recordado que una de las características más bonitas de los libros es que se intercambian, recomiendan y prestan. Sacad lápiz y papel porque lo que viene a continuación os va a animar a acudir a la librería o la biblioteca. Hay libros para todos los gustos y también para edades variadas.

Comenzamos por la recomendación de Raquel Congosto de Madres por el Clima: “Todo lo de Olga de Dios”. No es la única. A esta autora nos la recomiendan de forma insistente muchas de las personas consultadas y, en especial, el libro Rana de Tres Ojos. Así que le escribimos un correo y le preguntamos por su trabajo.

Para esta diseñadora gráfica e ilustradora “es fundamental generar contenidos de calidad dirigidos a la infancia que promuevan una conciencia crítica”. Por eso a través de sus álbumes ilustrados, plantea cuestiones que le preocupan como las relaciones de género, la cultura libre o el cuidado del medio ambiente. Por ejemplo, nos explica que en Rana de Tres Ojos intenta transmitir la importancia de reducir el consumo, pero planteando a la vez otros modelos y poniendo de relieve el valor del trabajo colectivo.

Las ilustraciones son clave en la literatura infantil. Por ejemplo, para Olga de Dios sirven para acercar ideas complejas a “un público que en ocasiones todavía no sabe leer textos”. No solo eso, además de hacer más atractivos los cuentos, forman parte de la propia narración aportando detalles e información. Por eso hemos preguntado también sus recomendaciones a otras dos ilustradoras: Mariela Bontempi e Irene Cuesta. Para esta última es “importantísimo que el relato visual sea libre y diverso, no solo a nivel humano; que de protagonismo a la diversidad de culturas, especies y al equilibro delicado del ciclo interdependiente de la vida”.

Bontempi diseña y maqueta -junto a Majo Castells- la revista infantil de Ecologistas en Acción, Gallipata y nos propone el albúm Estamos aquí de Oliver Jeffers. Cuesta es la responsable de las ilustraciones de Un cuento propio: el álbum ilustrado; el último trabajo de la colección Un cuento propio-recomendación, por cierto, de muchas personas- que incluye cuentos específicamente ecofeministas comoEn el techo del mundo sobre movimiento Chipko o El campamento de la paz sobre Greenham Common y transversaliza esta mirada en prácticamente todos los demás. Su recomendación es Las gallinas ponedoras de Lucía Marín.

Siguiendo el hilo que dejan Gallipata y Un cuento propio llegamos a Marta Monasterio Martín -que participa en ambos proyectos- y nos recomienda Wangari y los árboles de la paz de Jeanette Winter y El jardín curioso de Peter Brown. Se trata de dos libros que transmiten el amor por la naturaleza, la importancia de cuidarla y la cooperación. En el caso de Wangari, nos da a conocer a una mujer impresionante, Nobel de la Paz, y transmite la idea de la justicia social. En El jardín curioso, nos explica, “resulta muy bonita la figura del protagonista, que rompe con los estereotipos masculinos de los relatos de ficción y nos muestra a un niño tranquilo, curioso, cuidador. La mamá de un niño de seis años me dijo una vez que a su hijo le daba vergüenza decir que le gustaba cuidar las plantas.Yo le presté ese libro para que se sintiera acompañado y reforzado”.

Romper con los estereotipos es una de las características comunes que encontramos en esta lista de libros. Uno de los personajes clásicos es el lobo feroz. Con esta idea rompe El lobo en calzoncillosde Wilfrid Lupano, Mayana Itoïz, Paul Cauuet que nos recomienda Isabel Díez Leiva, responsable de la campaña Vivir con lobos de Ecologistas en Acción y que nos muestra al lobo de una forma divertida, como un ser diferente y bueno. También Nerea Ramírez nos propone una revisión del clásico de los tres cerditos en la que el lobo juega otro rol diferente al que nos ha tenido acostumbradas la literatura tradicional. Se trata del libro de Emilio Silva Barrera, Te cuento los tres cerditos. Además, ya sin lobos de por medio, sugiereEl árbol de la escuela de Antonio Sandoval y Emilio Urberuaga.

Otras amigas de Saltamontes también nos han hecho llegar sus sugerencias. Por ejemplo, Yasmina Encinoso García proponeÁrboles en el camino de Régine Raymond-García y Vanina Starkoff, y nos aporta algunas ideas a tener en cuenta a la hora de elegir libros. Para ella es importante que sus hijas encuentren en los libros valores sobre la importancia de cuidarnos y cuidar el planeta, y que fomenten la igualdad. Por su parte, Eva Saldaña de Greenpeace nos propone la lectura de Los náufragos de Tonga de Ana García-Castellano. El libro está basado en una historia real en la que gracias a la cooperación podemos hablar de un final féliz.

Pedro Ramiro, que ha participado largo tiempo en la editorial Libros en Acción, nos recomienda Wáluk de Emilio Ruiz y Anna Miralles, una serie de cómics infantiles sobre un oso polar. Y Carmen Duce nos propone dos libros para quienes están entre los 8 y 10 años: Ojo de Nube de Ricardo Gómez y Maia se va al Amazonasde Eva Ibbotson.

Y, aunque nos salimos un poco del concepto libro, no pueden quedar fuera de esta lista dos revistas infantiles. La ya mencionadaGallipata sobre el ecologismo social, el conocimiento, el cuidado y la vivencia de la naturaleza; y Pantera editada por Savanna Books “sobre naturaleza y la gente que la protege para niños y niñas que sí salvarán el planeta” y que en otoño saldrá a la calle por primera vez.

EN LOS MÁRGENES

Además de los libros que podemos encajar más fácilmente en la definición ecofeminista nos han ido llegando otras propuestas. Por ejemplo, las que hacen referencia a la gestión de los sentimientos y nuestras relaciones personales. Queremos destacar la recomendación de Sole y Cris de La Dársena Estudio, el libro Blue y el secreto de las lágrimas de Narci Gómez Jarava y María Bullón que trata de poner la vida en el centro y enseñar a integrar las emociones al público infantil.

Estos libros que, aparentemente, no se ajustan a la definición de lectura ecofeminista y que parecen estar más situados en los márgenes, pueden ser también lecturas muy recomendables. Belén Gopegui, una de las autoras de referencia en esta materia, nos ha dado su opinión y con la editora Elsa Aguilar en la memoria nos recuerda que “todo libro transmite valores y reproduce normas, tanto si elegimos fijarnos como si decidimos mirar a otro lado”. Por eso no hay historias “ecofeministas y otras que sean neutrales. Las otras estarán prescribiendo otros valores, que tal vez acaso también nos gusten y que pueden consistir en el simple amor por la aventura. Escribir o leer libros infantiles ecofeministas no supone olvidarse de esos otros ingredientes sino ser conscientes de que están ahí y de que la realidad no es nunca «tal y como es» sino que existen vectores diferentes y algunos, vale la pena atreverse a decirlo, nos hacen mucha falta”.

Marta Monasterio sigue por esta línea y rompe, aún más con la idea de encorsetamiento. Para ella un libro ecofeminista “no tiene que ser un libro moralista, ni estrictamente educativo, ni súper políticamente correcto. Puede tener fantasía, humor, aventuras,… La clave está en que tienen una mirada diferente: nuestra interdependencia con la naturaleza y con el resto de personas. la superación de estereotipos sexistas, la apertura de representaciones en los personajes, la necesidad de cuidar el medioambiente. También puede transmitir aspectos de la humanidad que normalmente son ignorados: la cooperación, el cuidado, la resolución no violenta de los conflictos o la diversidad”. No se puede pedir más, ¿verdad?

Dejadnos vuestras recomendaciones en comentarios y trataremos de ir haciendo una lista al final del artículo para que resulte más fácil consultarla.

Este material se comparte con autorización de El Salto

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