Ciudad de México | Desinformémonos. En la ciudad de Johannesburgo, Sudáfrica, miles de pares de bragas colgaron de cuerdas sobre las calles como parte de un acto de protesta organizado por dos sobrevivientes de asalto sexual, con el cual buscaron concienciar sobre las altas tasas de violación en el país.
La instalación consiste en tender 3 mil 600 pares de bragas en cuerdas de mil 200 metros de longitud, pues de acuerdo a las artistas, el número de prendas colgadas representan el número de violaciones que se producen cada día.
Con el acto, Jenny Nijehuis y Nondumiso Msimanga hicieron un llamado al público para que donara su ropa interior bajo el hashtag #SasDirtyLaundry, y además crearon la página de Facebook Pantiesplea para la difusión. Cuando empezaron los resultados, organizaron puntos de recogida por toda la ciudad.
Carmen Ives, una de las voluntarias en el proyecto, relató que cada prenda donada “habla abiertamente” de la cruda situación que se vive en Sudáfrica. «Cada par significa muchísimo. Me hace pensar que hoy alguna chica está siendo violada en algún lugar», señaló.
La instalación se expuso hasta el domingo y recibió una gran respuesta por parte del público. En Twitter, un ciudadano escribió que el proyecto «es como un movimiento social», mientras que otro expresó que el proyecto conecta «intensamente con el trauma, el abuso emocional y el asalto sexual».
Con una población de 55 millones de personas, Sudáfrica tiene el índice de violaciones más alto de todo el mundo. De acuerdo con el consejo de investigación médica, cada día 3 mil 600 personas son víctimas de violación, mientras que Naciones Unidas calcula que son sólo 132.
Ante esto, Nijehuis indicó que la cifra era “simbólica” por tratar los casos de los ataques que nunca se denunciaron a la policía.
«El problema de que se denuncie poco es que no podemos saber si la caída (en las estadísticas recientes) se debe a que se producen menos violaciones o a que menos víctimas lo denuncian», señaló Lisa Vetten, una investigadora asociada en la Universidad Witwatersrand en Johannesburgo. «Las investigaciones más conservadoras sugieren que solo una de cada siete víctimas informan de que han sido violadas pero otro estudio indica que esta cifra puede ser incluso mayor», agregó.
Por su parte, Anne Githuku-Shongwe, portavoz de ONU Mujeres, señaló que el sur de África es «el epicentro de la pandemia de la violencia en contra de las mujeres y las niñas» y que el coste «económico, físico y emocional» de la violencia debe ser reconocido.
Sin embargo, como otros representantes de organizaciones, pidió precaución al momento de utilizar cifras. «La instalación está bien para poner el problema en el punto de mira pero tenemos que ser cuidadosos de no caer en el sensacionalismo», concluyó.
Con información de The Guardian