En el año 1948, Albert Einstein envió una carta respondiendo a un pedido de apoyo al sionismo y la creación de un «Estado Judío». Si bien, luego de la Primera Guerra Mundial, el físico judío alemán veía con buenos ojos la idea de que exista un hogar para los judíos en Palestina, no apoyaba la creación de un «Estado Judío» como el sionismo así lo demandaba. Tras manifestarse en contra de la creación del mismo en 1946, fue mas contundente en 1948 tras la masacre de Deir Yassin, calificando a los grupos de colonos sionistas que ya estaban en Palestina como «organizaciones terroristas»
«La idea de un Estado (judío) no coincide con lo que siento, no puedo entender para qué es necesario. Está vinculada a un montón de dificultades y es propia de mentes cerradas. Creo que es mala», declaró en enero de 1946, en una declaración ante el Comité Angloamericano de Investigación que interrogó a varias personalidades sobre la creación de un Estado judío.
En numerosas ocasiones se pronunció a favor de una convivencia pacífica entre judíos y árabes, respetando tanto el derecho de los judíos a poder vivir en paz como el de los árabes a habitar en su territorio, como lo era Palestina.
El 9 de abril de 1948, tuvo lugar la masacre de Deir Yassin, cuando alrededor de 130 milicianos de extrema derecha sionista, que pertenecían a los grupos paramilitares conocidos como Irgún y Leji, mataron, en principio a 107 árabes palestinos, incluyendo a mujeres y niños, en la aldea de Deir Yassin, un pueblo pequeño de apenas unos 600 habitantes que se encontraba cerca de Jerusalén. Los combates se produjeron casa por casa en el poblado, y a pesar de la resistencia que opusieron en principio los aldeanos, las bajas fueron muy considerables. Algunas bajas sucedieron mientras los aldeanos trataban de huir de los ejércitos paramilitares o rendirse ante ellos, también se produjeron fusilamientos y ejecuciones públicas contra los palestinos. Algunas fuentes que habían sido consultadas indicaban que pudo haber, a su vez, casos de violación o de mutilaciones.
La masacre continuó hasta el 11 de abril, y se estima que unos 254 aldeanos palestinos (otras fuentes hablan de 360) fueron asesinados y mutilados por bandas sionistas y fue aprovechada y publicitada por el sionismo para generar temor y el éxodo de los palestinos de sus hogares y tierras. De esta forma lograron vaciar Palestina de sus habitantes.
El 10 de abril de 1948, Albert Einstein envió una carta a Shepard Rifkin, el líder sionista de EE.UU., en respuesta a las solicitudes de los sionistas para contar con su apoyo a la «causa sionista». La respuesta fue contundente:
«Estimado señor,
Cuando una catástrofe real y final caiga sobre nosotros en Palestina, el principal responsable por ésta será Gran Bretaña, y el segundo responsable serán las organizaciones terroristas nacidas desde nuestras propias filas.
No me gustaría ver a alguien asociado con esa gente criminal y engañadora
Albert Einstein»
Einstein se refería como «organizaciones terroristas», a los grupos sionistas en Palestina, como Haganá, Palmaj, Irgún o Stern, armados y entrenados por Gran Bretaña, para generar terror en Palestina y obligar a los palestinos a dejar sus hogares, mediante masacres y asesinatos de todo tipo. Este accionar se volvió recurrente desde los años 1947 y 1948.
Al respecto, tanto Einstein como la gran mayoría de intelectuales judíos y pacifistas a lo largo del mundo, han rechazado el sionismo y sobre todo la política militarista y de exterminio que Israel lleva a cabo y que continúa en la actualidad.
Publicado originalmente en AnRed
