Es de reconocer que la Secretaría de Educación Pública (SEP) haya lanzado el programa ‘Aprende en casa’, en un esfuerzo por tratar que el déficit de aprendizaje en las y los estudiantes no sea tan grande como cabe esperar, al no poderse retomar las clases presenciales por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, también es criticable que dicho proyecto esté orientando hacia la evaluación, señaló la Mtra. Sylvia Schmelkes del Valle, vicerrectora académica de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
Al analizar este programa de clases por televisión e internet de la SEP, para los niveles de preescolar, primaria, secundaria y bachillerato, comentó que ella hubiera esperado que no recurriera a la evaluación, pues ésta añade angustia y estrés a las y los alumnos y, sobre todo, a sus familiares, en una situación por la contingencia que ya de por sí es bastante estresante.
Si bien es muy importante poner herramientas para el aprendizaje a disposición de todo el estudiantado para que continúe a distancia con sus clases, “me parece un error pedir que en ‘Aprende en casa’ se documente la manera como estas clases se están siguiendo, que se haga una carpeta, que esa carpeta vaya a servir para la evaluación del curso y que se vaya a vincular el seguir las clases con el pasar o no de año”.
En las actuales condiciones desatadas por el COVID-19, además de innecesaria, la evaluación de ‘Aprende en casa’ resulta injusta, al depender de ella la calificación y el pase de grado, sin haber considerado las desigualdades en México; como el que no todas las personas tienen acceso a internet, que otras ni siquiera pueden ver los canales de televisión por donde se transmite este programa de la SEP y que algunos estudiantes, sobre todo los de mayor edad, tienen que trabajar para ayudar al sustento familiar por la crisis económica que provocó la pandemia.
Por ello, Schmelkes reiteró que, pese a ser encomiable lo que está haciendo la SEP, “me parece que no es el momento para vincular lo que se está ofreciendo con un proceso de evaluación y con una decisión de pase o no pase de grado”.
Hay que definir al ciclo escolar como ‘excepcional’
Dicho lo anterior, opinó que este ciclo escolar tendría que definirse como “excepcional”, y en virtud de ello, “todos los alumnos y alumnas tendrían que poder pasar de grado”.
Al regresar a las clases presenciales, las escuelas tendrán que centrarse en saldar los déficits de aprendizaje de todo el alumnado, en cuanto a habilidades fundamentales. Por eso, tendría que planearse muy bien desde ahora qué se va a priorizar cuando se retorne a las aulas. “Yo no daría demasiada importancia a los contenidos específicos, a los conocimientos que generalmente se memorizan para poder responder los exámenes; sino al desarrollo de las habilidades fundamentales que permiten seguir aprendiendo a lo largo de toda la educación”.
Esas habilidades fundamentales son las matemáticas, leer y escribir, que al requerir de sistematicidad, son las más difíciles de desarrollar en una modalidad a distancia; por lo que en ellas se tendrían que enfocar los docentes de todos los niveles educativos al retornar a las aulas.
Cuando las escuelas vuelvan a abrir sus instalaciones, también será importante que favorezcan lo que el confinamiento ha entorpecido: la socialización, el trabajo colaborativo, el trabajo en equipo, el que los alumnos convivan, hagan cosas juntos, tengan proyectos comunes.
Aprende en casa, una medida adecuada y útil
Una segunda crítica que Schmelkes del Valle hizo a ‘Aprende en casa’ es la fuerte solicitud de apoyo que hace a las madres y padres de familia, sin llevar con ellas y ellos un trabajo paralelo (también a distancia y por televisión e internet) para que sean capaces de ayudar a sus hijos en este proceso de aprendizaje en el hogar.
Y en una tercera observación, la Vicerrectora de la IBERO dijo que ella cuestionaría la distribución de los horarios del programa, pues le sorprendió que los primeros que deben tomar clases, de 7 a 9 de la mañana, son los niños y niñas de preescolar, es decir, los estudiantes más pequeños, quienes en una situación de normalidad son los que entran más tarde a la escuela.
No obstante, reconoció que el programa ‘Aprende en casa’ es una medida adecuada y de enorme utilidad, porque pone a disposición del alumnado herramientas que de otra manera no tendrían en muchos lugares, y porque enriquece el ambiente de estudio en los hogares con aprendizajes de naturaleza escolar.
Finalmente, mencionó que aquellas escuelas que después de las vacaciones de Semana Santa ya habían retomado sus clases, en la modalidad en línea, pueden complementarlas con ‘Aprende en casa’, dado que “cualquier esfuerzo por enriquecer el aprendizaje de los alumnos es valioso. Y entonces harían bien en tomar este programa como un insumo adicional a lo que ya están haciendo”.
Y “como los niños aprenden en donde sea que estén”, el aislamiento en casa es un momento que se puede aprovechar para que conozcan cosas que rara vez tienen oportunidad de, como la historia de su familia o de su comunidad, o cuestiones sobre el trabajo de sus padres y madres. Asimismo, la interacción con los miembros de la familia supliría un poco la ausencia de socialización y de contacto humano por el confinamiento.
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Miren, después del papel que jugo la sra Schmelkes al frente del instituto nacional de evaluación educativa en tiempos de peña nieto y nuño en la sep, francamente cualquier comentario de ella se demerita. Aquí reconoce pero descalifica, las desigualdades están instaladas en este país desde hace siglos y en los últimos 18 años mucho más.