La población en pobreza alimentaria aumentará de continuar el alza de los precios de los alimentos debido a la falta de contundencia de las autoridades para controlar la especulación y a los monopolios, advirtieron la Alianza por la Salud Alimentaria, integrada por 18 agrupaciones, y organizaciones agrícolas en el contexto del Día Mundial de la Alimentación.
«Estamos ante una emergencia nacional», pues la población ha dejado de consumir alimentos sanos y ha elevado el de refrescos 163 litros por persona al año, causa de que los mexicanos tengan los mayores índices de obesidad y diabetes, expusieron.
Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, dijo que en siete años la ingesta de refrescos se duplicó entre adolescentes y se triplicó en adultos, por lo que los índices de sobrepeso y obesidad de los mexicanos son de los mayores del mundo. Explicó que cada bebida de cola de 600 mililitros contiene 17 por ciento de azúcares; el consumo regular es de tres bebidas al día, por lo que se rebasa la ingesta de azúcares máximo tolerable establecido por la Organización Mundial de la Salud.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, dijo en conferencia de prensa, las familias de escasos recursos destinan 7.5 por ciento de sus ingresos totales a la compra de refrescos y las de ingresos moderados destinan 12 por ciento a la compra de aguas y jugos embotellados; el consumo de refrescos supera el de leche, huevo, carne, frutas y verduras.
Sostuvo que estudios realizados por instituciones de salud públicas del país y organizaciones estadunidenses vinculadas con la salud han demostrado que el consumo de refrescos y bebidas azucaradas es una de las causantes centrales de «la catástrofe en salud que vivimos en México, por ello la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) debe terminar con los etiquetados engañosos que han desarrollado las empresas, haciendo creer a los consumidores que refrescos y bebidas azucaradas contienen niveles bajos de azúcar; sólo debe aplicar la NOM 051», una de las 15 normas oficiales mexicanas relacionadas con alimentos y bebidas.
Constanza Gómez Mont, directora de Fundación Mídete, y Daniel Gershenson, presidente de Alconsumidor, se pronunciaron en favor de fijar impuestos a los refrescos y que el dinero se invierta en la introducción de agua potable en escuelas y espacios públicos.
Rocío Alatorre, comisionada de Evidencia y Manejo de Riesgos de Cofepris, puntualizó en entrevista que la institución verifica a diario que los etiquetados no sean engañosos; la normatividad determina que contengan información verídica sobre características, contenido, composición y propiedades.
Entre 2011 y lo que va de este año, aseguró, se realizaron 411 aseguramientos de aguas, leche, jugos, frituras, quesos, cremas, salchichas y natillas, por no cumplir con la NOM 051.