Ante la agresión abiertamente paramilitar que se desarrolla contra comunidades del municipio autónomo La Dignidad en la zona norte de Chiapas, crece la preocupación entre los grupos de solidaridad con el movimiento zapatista y colectivos de la Otra Campaña en México y el mundo por el alarmante grado que está alcanzando la escalada contrainsurgente.
De distintos países llegan expresiones de apoyo, demandando la intervención de las autoridades federales y estatales para detener la violencia y los hostigamientos contra las comunidades Comandante Abel, San Marcos Avilés y otras, en los municipio oficiales de Sabanilla, Tila, Ocosingo, Las Margaritas y Chilón, principalmente.
Para el escritor Gustavo Esteva, es «hora de resistencia y solidaridad». En referencia a Francisco Sántiz López, base de apoyo del EZLN en Teopisca, actualmente preso sin otro motivo que no sea la persecución política, y la asediada comunidad San Marcos Avilés, dice: “Son frentes de batalla de esa gran guerra que se intensifica todos los días en las comunidades zapatistas porque su resistencia camina, porque todos los días se afirman en su autonomía, consolidan sus logros y los llevan más lejos. El mal gobierno observa cómo se enriquece la resistencia zapatista, cómo se extienden sus formas propias de aprender y sus formas de justicia y sus formas de sanar y todas sus formas de vivir, y cómo, a pesar de todo lo que hacen contra ellos, la nueva realidad social, la que funda una forma de existencia diferente, se contagia y afirma.
«Los ataques no van dirigidos contra la debilidad, contra lo que está triste o muerto. Se ataca lo que florece, lo vigoroso, lo que es fuente de inspiración y sirve de ejemplo. Los demonios están sueltos. La guerra anda por todas partes. Y por todas partes anda también la solidaridad, la decisión de estar juntos en esta lucha común que ya no respeta territorios.»
Colectivos del Estado Español, Francia, Italia y Reino Unido manifestaron conjuntamente su indignación ante «la represión que vive Comandante Abel» y señalaron que en las semanas recientes «hemos sido testigos de los múltiples agravios y pisoteos que han recibido los compañeros del ejido San Carlos, municipio autónomo San Pedro de Michoacán, ubicado en el Caracol de La Realidad, y del ejido de Moisés Gandhi, región Che Guevara, municipio autónomo Lucio Cabañas, en el Caracol de Morelia».
El Comité Noruego de Solidaridad con América Latina apunta que Comandante Abel es «una comunidad de dignos y valientes compañeros y compañeras hostigados, agredidos, cazados y asesinados desde los años 90 por paramilitares del Paz y Justicia y posteriormente miembros del PRI y UCIAF».
A un año de la última invasión de sus tierras, en septiembre de 2011, «los paramilitares volvieron con lujo de violencia y soltando disparos hacía los hombres, mujeres y niños que pacíficamente e indefensos resisten debajo de los árboles y bejucos para defender la tierra y sus vidas».
En Alemania se anunció la fundación del Comité de Berlín en Apoyo de los Zapatistas en San Marcos Avilés, en donde un grupo «leal al gobierno» los expulsó de la comunidad en 2010. «Sus milpas fueron ocupadas o quemadas, sus casas y haberes devastadas y destruidas. Después de una odisea de un mes, los habitantes regresaron, habiendo sufrido hambre severa durante el desalojo. Aunque ahora hay un campamento civil internacional por la paz en la comunidad, los zapatistas enfrentan regularmente amenazas, robo, destrucción de sus milpas o ataques físicos».
También se han dado pronunciamientos en Uruguay, Estados Unidos y Argentina. La Red contra la Represión y por la Solidaridad de la Otra Campaña llamó hoy en San Cristóbal de las Casas a crear una red de acopio de víveres para Comandante Abel que operará hasta el próximo enero, así como la organización de brigadas de observación.