Coyotepec está sin agua desde el 6 de Mayo. El pueblo que gestiona su propio sistema, desde 1963, mediante un organismo ciudadano autónomo: la Administración de Agua Potable. Fue la Comisión Federal de Electricidad (CFE) la que dejó al pueblo sin agua, ejecutando una deuda histórica que esa administración arrastraba hace años con la división encargada de la energía, cortando el abastecimiento de tres pozos de agua potable.

“Junto al Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero venimos intentado concretar una reunión con la CFE, el gobierno municipal, el gobierno del estado de México y con la subsecretaría de derechos humanos del gobierno federal. No se ha podido dar porque no se ha logrado un contacto con Pedro Luna Vargas, el presidente municipal”

Sergio Velázquez es el actual presidente de la Administración autónoma, desde que asumió el 14 de Setiembre del 2015. ¿Por qué se generó la deuda con la CFE?

“Tenemos un adeudo de 35 millones de pesos que se generó durante los 7 años previos. Hemos hechos planteos de cómo solucionar la deuda, a la cual nos comprometemos a pagar, pero no en el corto plazo. La deuda se generó por muchas situaciones, ha sido difícil la gestión en años anteriores y con los 50 pesos mensuales que pagan los usuarios no lográbamos hacer pagos y achicar la deuda. También entendemos que hay responsabilidad de la CFE, por no haber permitido que la deuda adquiriera esa magnitud. Que nadie la haya parado antes, la dejaron crecer”

Es sintomático que el corte de agua y la exigencia del cobro de la deuda se de en medio de una fuerte avanzada institucional por la municipalización del sistema autónomo, que tuvo su pico el jueves 26 de mayo, cuando centenas de granaderos y policías municipales reprimieron en el pueblo y se llevaron a 3 personas detenidas, entre ellas a Velázquez.

El relato se traslada unos días antes, al domingo 22. Pedro Luna Vargas, el presidente municipal había llamado a una consulta pública que proponía dos opciones para modificar el sistema que gestiona el agua en el pueblo: por un lado, proponía que pasara a manos de una dirección del ayuntamiento; la otra opción, que el agua pasara a estar gestionada por un organismo descentralizado del gobierno, pero estatal.

“Ambas opciones implicaban una municipalización del sistema autónomo, pero la gente no está de acuerdo con municipalizar el sistema. Como la consulta era para legitimar eso, no permitieron que la consulta se realizara.”

El domingo, decenas de personas se opusieron a que la consulta se realizara, impidiendo que las casillas se colocaran y colocando cadenas en las puertas del Palacio Municipal, para impedir que el presidente municipal ingresara al edificio.

“Nosotros no convocamos ese día, fue una manifestación de la gente que acudió, por su propia iniciativa a manifestar su rechazo”

El pueblo quedó movilizado y día tras día, exigió la presencia de las autoridades ante la angustiante situación, que sigue haciéndose más tensa, ante la falta de agua potable en el pueblo.

“El jueves por la mañana, con los otros compañeros del sistema de aguas, acudimos a dar seguimiento del conflicto. A las 9:30 de la mañana, ingresaron granaderos por la Avenida Principal, que viene de la Autopista México – Querétaro y se dirigieron hacia la puerta del palacio municipal, a dónde había gente instalada desde el domingo, cuando la gente clausuró el edificio. Frente a la puerta había instalada una mesa con mujeres que guardaban documentos. Me ubiqué a la mitad de la explanada, como a 50 o 60 metros de espaldas la puerta del palacio, filmando, de frente a los granaderos que avanzaban. Retiraron a las mujeres con lujo de violencia. Uno de los policías municipales que venían detrás de los granaderos me señaló ‘Ese es el japonés’, que es como me dicen aquí. Entonces los granderos se vinieron sobre mí y me detuvieron.”

Ese día también fueron detenidos otros dos vecinos organizados, Anselmo Sárate Pérez y Efraín Robles Quiroz. Cada uno fue trasladado en un auto de particular al Ministerio Público de Cuautitlán, en dónde se los acusó de “ocupación ilegal de un edificio público”

“Nosotros no hicimos absolutamente nada. Las cadenas al Palacio Municipal las puso la gente, fue una mayoría de ciudadanos que cerró la reja, puesta desde el domingo, para evitar que se hiciera la consulta para municipalizar el agua”

¿Cree que su detención tuvo que ver con el cargo que ocupa en el sistema autónomo? “Sí, por ser el Presidente del sistema. La gente no está de acuerdo con municipalizar, incluso ahora se da una situación muy curiosa: se siguen oponiendo a pesar de la crisis que estamos viviendo.”

La situación es crítica y desde la dirección del sistema autónomo se promueven salidas al corte. Como el presidente municipal no aparece, negocian una reunión en que Carlos Preza Millán, subsecretario del Gobierno del Estado, oficie como representante del estado.

“Creemos que se puede llegar a un acuerdo. Propusimos hacer un pago parcial, que durante este año provenga del estado. Nunca le hemos pedido que utilice recursos del ayuntamiento, sino que el municipio gestione recursos adicionales a su presupuesto que otorgue el gobierno del estado. Eso por este año. A partir del 2017, proponemos que el pago de la deuda se haga con la participación del estado y ahí ya nos sumaríamos nosotros. Pensamos que aumentando la cuota mensual a 100 pesos, logramos tener el sobrante necesario. Este año no podemos aumentarla, porque hay gente que ya pagó su año entero. Pensamos que amortiguando la deuda en un plazo de entre 7 y 10 años, podemos saldarla.”

Velázquez relató que la situación es crítica, sobre todo para la atención en salud, pero que no perjudica a todos por igual: “La gente no tiene agua potable, entonces ha tenido que acudir a piperos particulares, que dicho sea de paso, son primos del presidente municipal. Ellos están acarreando agua de uno de los 11 pozos que forma parte de la batería de la Comisión Nacional de Aguas (CONAGUA) de Coyotepec. Cargan las pipas de la red pública, la traen a Coyotepec y la venden a los usuarios. Están haciendo su agosto.”

Foto: Mitín en Coyotepec // Yoco Reyes, Movimiento Juvenil Huitzitzilapan