Construir realmente un mundo diferente

Lavialibera

Libera lanza la revista Lavialibera

La revista Lavialibera nació de una inquietud vital de las conciencias, de una antigua familiaridad con las dudas, incómoda, exigente, pero ciertamente más activa y visionaria que las certezas. Al comienzo de nuestro compromiso estaba la necesidad de hablar de las mafias por fuera de la lógica de emergencia dominante, estudiando las realidades criminales en todos sus aspectos y en su acción constante, difusa y destructiva, incluso cuando no implicaba el asesinato o el ataque. Hoy en día, es necesario analizar los cambios de los fenómenos mafiosos en relación con las rápidas transformaciones globales, cambios que a menudo se han producido al mismo tiempo, confirmando no sólo la capacidad de adaptación de las organizaciones criminales sino también -fenómeno no menos preocupante – el desplazamiento progresivo del llamado mundo civil y del sistema político-económico que lo rige hacia una lógica, si no estrictamente criminal, si criminógena. Hoy en día, ya no es posible hablar de mafias sin destacar la profunda complicidad del sistema mafioso con el de la acumulación indiscriminada de capital. Los mismos objetivos: poder y riqueza. Pero también los métodos son cada vez más parecidos: si las mafias pueden sacar cada vez menos provecho de esa «reserva de violencia» que representa un carácter indispensable para que sean reconocidas y condenadas en la justicia, no es por escrúpulos morales, sino porque en un mundo en el que el dinero cuenta más que la libertad y la justicia, la corrupción – es decir, el poder del dinero – es la llave que no sólo abre todas las puertas, sino que las abre sin hacer ruido ni activar alarmas, dada también la asistencia interesada de quienes deben impedir el paso.

En esto hemos sido, en nuestra pequeñez, proféticos. Si Libera, ya en 1995, pedía que la ley sobre el uso social de los bienes confiscados a las mafias se extendiera también a los bienes de los corruptos – propuesta que fue ignorada y encontró resistencias a varios niveles – fue porque ya entonces nos era evidente lo que demasiados no querían ver y que, afortunadamente, hoy en día, algunos empiezan a reconocer: que luchar contra las mafias sin oponerse a la corrupción con igual fuerza es como vaciar el océano con un balde, un balde roto además.

Volviendo a Lavialibera y su apuesta, el motivo de la revista es seguir buscando nuevos pensamientos y palabras diferentes – como dice el subtítulo del periódico – con la certeza de que, como venimos repitiendo desde hace años, las mafias no son un «mundo aparte» sino parte de nuestro mundo. Y que, por lo tanto, es imposible derrotarlos sin una radical revolución política, social y cultural. En resumen, el análisis y la denuncia de las mafias ya no pueden rehuir el de los fenómenos que les han ofrecido terreno fértil, conexiones y oportunidades: injusticias sociales, desigualdades, una política que ha sustituido los derechos por privilegios y una economía que ha elevado el lucro a valor absoluto, también cuando significa pobreza y muerte para millones de personas.

El intento entonces es de hablar de las mafias específicamente, pero también como aspectos de un mal más amplio que nos perjudica a todos y que no puede ser contrarrestado sólo con la lucha contra el crimen organizado.

Este es un camino difícil, en gran parte inexplorado y dificil, pero necesario para construir realmente un mundo diferente.

Publicado originalmente en Lavialibera

Traducción: Juan Camilo Zuluaga

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