Ciudad de México | Desinformémonos. Nura Husein Hamad, de 19 años, fue condenada a muerte por haber matado, en posición de legítima defensa, a su esposo, quien la violó con la ayuda de dos parientes, en Sudán.
“La pena de muerte es el castigo más cruel, inhumano y degradante. Aplicársela a una víctima no hace más que subrayar el fracaso de las autoridades sudanesas a la hora de reconocer la violencia que tuvo que padecer”, criticó el director regional adjunto de Amnistía Internacional, Seif Magango.
Nura fue violada sexualmente por Abdulrahman Hamad, con quien fue obligada a casarse por su padre a los 16 de años. De hecho, la ley sudanesa permite el matrimonio a partir de los 10 años.
«Las autoridades sudanesas deben anular esta condena manifiestamente injusta y asegurarse de que Nura tiene derecho a un nuevo proceso, justo, que tenga en cuenta esas circunstancias atenuantes», exigió AI.
Los hechos sucedieron en mayo de 2017 y Nura desde entonces está detenida en una prisión para mujeres.
«El 2 de mayo de 2017, los tres hombres sujetaron a Nura Husein mientras que Abdulrahman la violaba. Al día siguiente, intentó violarla de nuevo, pero ella consiguió escaparse a la cocina, donde agarró un cuchillo. En el forcejeo que siguió, Abdulrahman murió tras haber sido acuchillado», explicó Amnistía, que condenó la decisión del tribunal sudanés el jueves.
Luego de la agresión, Nura regresó a su casa, pero su padre la entregó a la policía.