Foto: Jesuitas México
Ciudad de México | Desinformémonos. La organización Front Line Defenders (FLD) condenó los asesinatos de los defensores de derechos humanos y sacerdotes Joaquín César Mora Salazar y Javier Campos Morales, perpetrados por hombres de un grupo armado el pasado 20 de junio en la comunidad rarámuri de Cerocahui, Chihuahua.
FLD señaló que en la Sierra Tarahumara, como en otras regiones indígenas del país, las comunidades religiosas «habitualmente no reciben una protección adecuada por parte del gobierno» a pesar de que a menudo son las que acompañan la defensa de los derechos humanos.
Destacó que la Sierra Tarahumara «enfrenta condiciones de violencia por parte de grupos armados, aunado a una pobreza extrema y marginación histórica por parte de las autoridades del país», destacó la organización en un comunicado.
El 20 de junio, el guía de turistas Pedro Eliodoro entró al templo de la comunidad para refugiarse del ataque de un grupo armado. Los sacerdotes jesuitas intentaron protegerlo, pero uno de los sujetos armados ingresó al templo y asesinó a los tres. Los agresores sustrajeron los tres cuerpos y se los llevaron con ellos, y posteriormente los cuerpos fueron encontrados y formalmente identificados.
Tras los asesinatos, FLD exigió a las autoridades mexicanas una investigación exhaustiva de los hechos, así como garantizar en todas las circunstancias que los defensores de derechos humanos en México lleven a cabo sus actividades legítimas de derechos humanos «sin temor a represalias y libres de todas las restricciones».
A continuación el comunicado completo:
El 20 de junio de 2022, los defensores de derechos humanos y sacerdotes Joaquín César Mora Salazar y Javier Campos Morales fueron asesinados a tiros por hombres armados, junto a otra persona dentro de la iglesia en la comunidad indígena de Cerocahui, estado de Chihuahua.
Joaquín César Mora Salazar «El morita» fue un sacerdote jesuita defensor de derechos humanos que durante más de 30 años se dedicó al acompañamiento de comunidades indígenas y trabajó a favor de los derechos de los pueblos indígenas y de las personas más necesitadas en la Sierra Tarahumara, al momento de su asesinato fungía como Vicario Cooperador en Cerocahui, Chihuahua. Javier Campos Morales «El Gallo» fue un sacerdote jesuita defensor de derechos humanos, durante más de 34 años se dedicó al acompañamiento de comunidades indígenas y trabajó a favor de los derechos de los pueblos indígenas y de las personas más necesitadas en la Sierra Tarahumara. Al momento de su asesinato fungía como Superior de la Misión Jesuita, Párroco, Vicario de Pastoral Indígena de la Diócesis de Tarahumara, Asesor Regional de CEB’S (Comunidades Eclesiales de Base)
La tarde del 20 de junio de 2022, los defensores de derechos humanos Joaquín César Mora Salazar y Javier Campos Morales, junto con el señor Pedro Eliodoro, guía de turistas de la zona fueron asesinados en el templo de la comunidad de Cerocahui. El asesinato ocurrió luego de que los sacerdotes intentaran proteger al señor Pedro Elioro quien intentaba escapar de un grupo armado y buscaba refugio en el templo. Después del asesinato el grupo de individuos armados sustrajo los tres cuerpos y se los llevaron con ellos. De acuerdo a reportes de la comunidad de la compañía de Jesús, los cuerpos ya fueron encontrados y formalmente identificados.
La sierra Tarahumara como otras regiones indígenas del país, enfrenta condiciones de violencia por parte de grupos armados, aunado a una pobreza extrema y marginación histórica por parte de las autoridades del país. En dichas comunidades es la presencia de las comunidades religiosas la que a menudo vigila y acompaña el respeto de los derechos humanos, labor por lo que regularmente son sujetos de ataques y amenazas por parte de grupos armados. Habitualmente no reciben una protección adecuada por parte del gobierno.
Front Line Defenders condena enérgicamente el asesinato de Joaquín César Mora Salazar y Javier Campos Morales, así como de las demás personas víctimas de los hechos, ya que considera que fueron asesinados en el contexto de su trabajo pacífico y legítimo en defensa de los derechos de los pueblos indígenas. Front Line Defenders reitera su preocupación por la falta de protección de quienes defienden los derechos humanos en México.
Front Line Defenders insta a las autoridades de México a:
- Condenar enérgica y públicamente los asesinatos de Joaquín César Mora Salazar y Javier Campos Morales;
- Llevar a cabo una investigación inmediata, exhaustiva e imparcial sobre el asesinato de los defensores de derechos humanos con el fin de publicar los resultados y llevar a los responsables ante la justicia de acuerdo con las normas internacionales;
- Tomar todas las medidas necesarias para garantizar la integridad física y psicológica y la seguridad de todas las personas integrantes de la Misión Jesuita y de la Pastoral Indígena de la Diócesis Tarahumara, así como la de la comunidad de Cerocahui, Chihuahua en consulta con ellos;
- Garantizar en todas las circunstancias que las personas defensoras de derechos humanos en México puedan llevar a cabo sus actividades legítimas de derechos humanos sin temor a represalias y libres de todas las restricciones.