Holbox, Quintana Roo. Un mar azúl turquesa transparente, limpio, tranquilo, por el que se camina sin olas, casi sin ruido, como en una enorme alberca sobre la que sobrevuelan las gaviotas, rodea a la isla de Holbox, en el caribe mexicano. Por una ensenada de 12 kilómetros aún virgen se pasean los flamingos, es una estampa que representa el paisaje que predominaba hace diez años, cuando los inversionistas no le veían futuro. Pero fue descubierta. Grupos empresariales visitaron el paraíso y desde entonces, a base de engaños y argucias, se quieren quedar con estas playas donde se planea un millonario complejo turístico. La flora y la fauna endémica no les importa. Ya se vieron.
Nivardo Méndez Villanueva, líder de los 70 ejidatarios que demandan al grupo empresarial Ara y Ponce, recuerda que “hace una década Holbox era limpia, con mucha paz, totalmente desagenada de la masa continental, viviendo con cosas y situaciones precarias de la modernización. Pero al final, felices”. Hoy, dice en medio de una turbulencia social agitada, “demandamos tal vez a causa de lo que unos llaman ambición, otros le llamamos oportunidad de una mejor vida, por creer en un proyecto que pudiera beneficiar económicamente a nuestras familias… pero sufrimos el divisionismo, los pleitos internos, y eso realmente no permite que vivamos en armonía y en paz”.
-Y estos pleitos internos, este divisionismo, ¿cómo llegan?
– Por que no todos se pusieron de acuerdo en este proyecto de detonar, de obtener la isla de Holbox, que realmente se veía atractivo en ese entonces porque todo el mundo quiere prosperar.
De 116 ejidatarios nada más 70 vendieron a los empresarios. El resto no vendió, porque no se mostraban todas las condiciones jurídicas visibles a nuestro favor. Unos vieron dos cheques por 5 millones de pesos, y se nos hizo fácil firmar.
– Cómo llegaron los empresarios a comprarles los ejidos, qué les decían. Recree usted la escena…
Llegaron con el espejismo de detonar la isla, diciendo que habría mucha oportunidad de trabajo, más dinero, y poco a poco la empresa comenzó a tener el control sobre el ejido, sobre el asunto interno legal del ejido. Se empezaron a imponer incluso con dinero. “Ay de aquél que dijera que no estaba de acuerdo”.
-En qué consiste este proyecto, y si ustedes no hubieran realizado este movimiento, en qué acabaría Holbox en el corto plazo
Realmente Holbox nos agobia hoy por la sobreexplotación de una isla tan pequeña, de las especies marinas, la tranquilidad de especies como el tiburón ballena. Nos agobia la basura, el divisionismo.
Ahora hay mucha gente foránea, muchísima más basura, destrucción del hábitat de flamingos, de pelícanos blancos, de manatíes, de todas las especies. Todo eso nos empieza a mover.
-De qué viven los ejidatarios de Holbox y cuál sería su vida en caso de desprenderse de sus tierras por este proyecto hotelero
Los holboxeños viven de la pesca, aunque hoy empiezan a detonarse con mucha fuerza los servicios turísticos, que también son importantes porque dejan bastantes ingresos. En caso de detonarse, no sería la excepción seguir creciendo con tus negocios, hablando económicamente de una familia interna.
-Pero si no son proyectos de progreso de los ejidatarios, sino de empresas que llegan a instalarse. ¿No quedarían cargando las maletas?
Sí, desde luego. Incluso la trampa mayor y la maña es que vienen a vender la idea de que no va a ser Todo Incluido el proyecto hotelero, de que van a dar oportunidad a los turistas para que vayan a visitar la isla chica, que es donde vivimos, para que consuman. Pero al final sabemos que no va a ser así.
-Hay una lucha que ustedes iniciaron hace cinco años…
Una lucha jurídica, unas ganas inmensas de mostrarle al mundo entero que se estaba cometiendo un fraude. En cinco años lo único que vimos fue corrupción entre las autoridades y magistrados y empresas.
-De manera paralela a la lucha jurídica, qué procesos han emprendido ustedes.
La resistencia social de todos los ejidatarios y sus familiares, holboxeños y comunitarios. También la resistencia jurídica. Ya hay apego a derecho porque ahí están los dos recursos de revisión ante el Tribunal Superior Agrario, que ya ganamos, una sobre la nulidad de mi directiva, y la otra sobre la nulidad de los 70 ejidatarios.
-En qué momento se encuentra este proceso jurídico
Más vivo que nunca. Todos los procesos jurídicos están muy bien fundamentados, lo único que hay que hacer es que los magistrados actúen conforme a derecho.
Yo creo que las mañas, que las formas de cooptar, ya están puestas en evidencia. Pensamos que la justicia para el ejidatario va a llegar tarde o temprano.
-¿Ustedes creen que los empresarios que quieren poner estos proyectos en la isla se van a conformar?
Tenemos la oportunidad de llevar esto a un buen término antes que el gobierno federal intervenga en nuestra isla. Es una isla frágil, con mucho potencial turístico, debidamente sustentable, ecológicamente hablando. Pero si nosotros no nos ponemos de acuerdo para llevar a cabo este proyecto, no creo que avance.
-¿Ustedes quieren ser incluidos en el proyecto?
Más que incluidos, recordemos que una de las definiciones importantes del área de protección de Yum Balam es que todos esos beneficios de explotación deben ser para los habitantes, y desde luego eso es lo que pretendemos.
No dudamos de que ellos van a hacer sus mañas, pero Holbox, independientemente de ese proyecto, tiene su magia. Lo hemos vivido, somos gente amigable, agradable, que nos gusta dar un buen servicio y eso no va a ser un obstáculo para que nuestras familias económicamente también florezcan.
-Jurídicamente qué esperan en octubre
Dentro de un plazo razonable, que el Tribunal Unitario Agrario con sede en Chetumal, ratifique, emita una nueva resolución donde verdaderamente los 70 ejidatarios que fuimos separados ilegalmente, nos vuelvan a meter como ejidatarios. Comienza una nueva lucha jurídica, porque de ese punto emana todo el fraude.
Recordemos que 70 de 116 ejidatarios vendieron una parcela titulada, que es la franja de la playa, y se hicieron todos los protocolos. Nunca se entendió por qué emitieron dos cheques. Nos pidieron el certificado de tierras de uso común como garantía para proteger el proyecto, parecía que todo estaba perfecto.
Al final hicieron un acta de asamblea dura, porque son asuntos muy delicados, la hacen de escritorio. Obligan a la directiva que ya no estaba a que firmen el acta, y ahí empiezan a moverse para separar a los 70 ejidatarios.
Ante el Registro Agrario lo presentaron bajo el agua y le dieron curso. Nosotros habíamos vendido nada más la parcela, y en el acta pusieron que además de la parcela les habíamos vendido supuestamente el derecho agrario. Eso la gente no lo acepta, para ellos es fraude.
-Cuántos habitantes tiene Holbox
Aproximadamente 2 mil habitantes
-En cuántas hectáreas
Ese es uno de los problemas que también están plasmados en este último recurso de organización. En 1936, ratificado en 1942, el gobierno federal dotó al ejido Holbox de 8 mil 800 hectáreas. Y en el 2004, 2005, que parcelaron, nada más aparecieron 5 mil. Faltan 3 mil hectáreas por medir. Esa situación es la que no está permitiendo que las cosas sean tan claras.
-En estos cinco años no ha ido disminuyendo la resistencia?
Claro que sí, porque hay mucha gente que entró buscando un sólo beneficio.
-¿Cuál es el papel de los partidos políticos?
Mucha maña, inclusive sueltan mucho dinero para cooptar a uno de los encarcelados, lo hicieron últimamente. No hemos tenido el apoyo del partido político, ni del gobierno municipal, ni estatal ni mucho menos federal.
-¿Y el apoyo del resto de la sociedad?
La sociedad ve con buenos ojos esta lucha. Holbox tiene una magia especial, la quieren por dos cosas: por su gente, que somos amigables, que nos gusta ser hospitalarios, pero también el que conoce Holbox y no conoció su gente la ama por ese entorno tan especial y único en todo México. Por ser virgen, por tener esas calles de arena, por tener los mares que no son profundos.
Toda esa gente se identifica con nosotros, se identifica con nuestra lucha. Tal vez no jurídica, pero sí ambiental.
-¿Cómo vislumbra el futuro?
No dudamos que las cosas por su propio peso van a caer, no dudamos que el sufrimiento va a tener recompensa. El gobierno tiene que poner su parte para que llegue la paz, la concordia, un buen proyecto que beneficie tanto a los habitantes como a la empresa.
Esta publicación fue financiada con recursos de la RLS con fondos del BMZ
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