Ocho indígenas purépechas del municipio de Los Reyes, Michoacán, aseguraron ayer en conferencia de prensa: Nosotros no somos policías comunitarios ni grupos de autodefensa. Somos indígenas, campesinos purépechas de cuatro comunidades de este municipio que nos hemos organizado para defendernos de las agresiones y de la extorsión de los malos (el crimen organizado), que vinieron a exigirnos a nuestra comunidad 2 mil pesos por hectárea de cultivo en cada cosecha. En asamblea dijimos no, no vamos a pagar ni a colaborar.
Los indígenas manifestaron que por ello se presentaron ante los medios de comunicación con el rostro cubierto con paliacates rojos, con gorras, cachuchas o sombreros, para no ser reconocidos por temor a las represalias del narco.
En el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, los indígenas sostuvieron: Venimos a exigir justicia. Le pedimos al gobierno federal que haya más militares, más marinos y policías federales para que cuiden nuestra seguridad. Tenemos miedo, los niños han dejado de jugar, los hombres hemos dejado de trabajar y las mujeres están con nosotros hombro con hombro en la defensa de lo que es nuestro, de nuestras tierras.
Relataron el inicio de su movimiento: El 21 de enero de este año llegaron a nuestra comunidad unas personas y nos entregaron sobres exigiéndonos dinero, la cuota por la cantidad de tierra que tenemos. Llenos de temor no sabíamos si aceptar o no. Toda la comunidad en la asamblea tomamos la decisión de no colaborar, de no pagar tope lo que tope.
Abundaron: La decisión se la fuimos a comunicar al presidente municipal el 23 de enero, pero no estaba, le dejamos la respuesta y entonamos el Himno Nacional. Desde ese momento ha habido agresiones. Nos desaparecieron a un compañero de nombre Roberto Serrano Cervantes. Denunciamos ante la autoridad ese hecho y no hay respuesta.
El grupo manifestó su temor por el acoso y el hostigamiento de los malos y de la policía municipal, porque estamos seguros de que algunos funcionarios y policías municipales están con los malos. A siete meses no hemos tenido respuesta de ninguna autoridad.
Señalaron que decidieron salir adelante y alzar la voz por la dignidad de nuestros pueblos que siempre han estado olvidados. No tenemos apoyo, no tenemos ningún servicio público, no hay justicia, por ello exigimos justicia.
Denunciaron un incidente ocurrido el 22 de julio en el municipio: Acudimos a una manifestación que pide lo mismo que nosotros, justicia, íbamos con camisetas blancas y los policías municipales distrajeron a los de la Policía Federal, nosotros dijimos, cuando vimos a una patrulla municipal, nos vienen a proteger, pero la verdad, lo que ocurrió no tiene nombre: hombres armados y policías acribillaron a sangre fría a los manifestantes. Muchos se tiraron al piso y los mataron. Se ensañaron con mujeres y niños, fue un acto cobarde.
Estamos solos, somos pacíficos
Informaron que se han organizado en comunidades unidas, somos cuatro comunidades las que nos hemos organizado. Hemos hecho un comedor comunitario, ahí comemos todos para protegernos. Las mujeres cocinan para los niños y llevan la comida a la escuela. Estamos solos, somos pacíficos, pero estamos organizados para defendernos. No tenemos armas, no nos hemos manchado de sangre las manos.
Los ocho voceros manifestaron que las comunidades están dispuestas a todo para defender la dignidad, sus tierras y sus pertenencias, pero subrayaron que el silencio de la autoridad se vuelve cómplice… Aquí estamos para exigir justicia.