Comunidades nahuas de la región Cholulteca y de los Volcanes tomaron este 8 de agosto las instalaciones de la embotelladora Bonafont en Puebla, luego de cuatro meses de haber instalado un plantón en contra de la empresa y de que llamaran a un diálogo con las autoridades para resolver su problemática, sin que recibieran respuesta.
Los Pueblos Unidos que tomaron las instalaciones denunciaron la negligencia de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), entre otras instituciones, para detener el saqueo del agua en sus pueblos.
Calificaron a la firma francesa de ecocida por extraer 1 millón 641 mil litros de agua al día desde el año 1992, y la declararon culpable de los daños a la salud que sufren los habitantes y de que los pozos en los pueblos se hayan secado. Añadieron que el socavón del municipio de Zacatepec también es consecuencia de la extracción de los mantos acuíferos de la zona.
«¡Fuera Bonafont!», gritaron los habitantes mientras ingresaban a las instalaciones de la empresa. «¡El agua es un tesoro, que vale más que el oro!», decían también.
Las instalaciones de Bonafont ahora serán nombradas ‘La casa de los pueblos’, afirmaron. Dentro de la planta predomina el plástico color melón de los garrafones de agua. Los habitantes hicieron notar una paradoja: “Nos roban el agua y después nos la venden».
Finalmente, con una leyenda hecha con pintura roja declararon el cierre permanente de llave de las fuentes de agua que abastecían a Bonafont: “Pozo de muerte. Clausurado por los pueblos”, se lee en la tubería de extracción.
El juicio
Días antes, los Pueblos Unidos en Defensa del Agua y de la Vida, pertenecientes en su mayoría al municipio de Juan C. Bonilla, Puebla, emplazaron a autoridades y representantes de la transnacional francesa a un diálogo público.
La cita estaba programada para el domingo 8 de agosto a las 10 de la mañana. Esperaron la asistencia de Raúl Cameras Moreno, representante de Bonafont Puebla, Germán Arturo Martínez, representante de Conagua, María Luisa Albores, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Adelfo Regino Montes, director del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta, gobernador estatal, y Carlos Armando Popoca, delegado de la Secretaría de Gobernación (Segob) en Puebla.
Al ver que a las 11:30 de la mañana no llegaba ninguna autoridad, realizaron un juicio público en el que no sólo denunciaron a Bonafont, sino también a la industria porcícola y otras empresas como Volkswagen, HYLSA y avícolas que utilizaron avionetas para evitar las lluvias.
Las comunidades decidieron realizar la toma el domingo 8 de agosto debido a que se conmemora el 142 natalicio de Emiliano Zapata. Estos pueblos fueron los mismos que formaron parte de la resistencia zapatista hace un siglo, y ahora se identifican como zapatistas del agua.
Al comenzar la toma, las comunidades colocaron en una mesa botellas con agua de los ríos Xopana Huejotzingo y Xochiac, ubicados en Xalmimilulco, del río Metlapanapa y el río Atoyac. El agua se muestra turbia, de colores cobrizos, la evidencia de la contaminación. “Ellos no le van a dar de tomar esto a sus familias”, mencionaron.
Las siguientes acciones se darán a conocer en una conferencia de prensa que se realizará a las fueras de las instalaciones de Bonafont, el 10 de agosto a las 10 de la mañana. Ahí se otorgarán declaraciones respecto a la decisión que tomaron como pueblos.
Durante la toma, los pobladores también clamaron justicia para Samir Flores Soberanes, opositor al Proyecto Integral Morelos y compañero suyo desde hace una década.