Colombia vive un nuevo pico de la lucha social

Yani Vallejo Duque*, Alfonso Insuasty Rodríguez**

En Colombia el 42,5% de la población está en condición de pobreza y el 15,1% en pobreza extrema según el DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística), así mismo, esta entidad oficial expuso en marzo de 2021, que el desempleo ascendió a 3,4 millones de personas, sumado a la confusa categoría de inactivos (personas en edad de trabajar no lo hacen o se cansaron de hacerlo) suma un total de 16 millones. Más alarmante aún es que de los 20.5 millones de ocupados el 48% son informales. Es decir que, sumando población desocupada, inactiva e informal, tenemos un total aproximado de 30 millones de personas sin ingresos o, sin ingresos dignos, de un total aproximado de 49 millones de colombianos.

Las cifras oficiales ya hablan por sí solas.

Colombia no aguanta más y por fin logra sacudirse, manifestar su desespero ante la sumatoria de males acumulados durante tantos catastróficos gobiernos de derecha.

¿Cómo llegamos a esto? 

Diversos estudios, además de la constante información que va emergiendo en medios de comunicación y gracias a los informes de la JEP y la comisión de la Verdad, van confirmando que: El crimen, la gran empresa y el Estado se han articulado como un cartel, para mantener sus privilegios y vivir de los recursos del Estado. Es esta una realidad que se ha gestado durando cientos de años (Zuluaga C., H., & Insuasty R., A., 2020).

Esta nefasta alianza ha transformado a sangre y fuego, las estructuras mismas del Estado, ha re-diseñado la institución, sus leyes e instituciones a favor de sus mezquinos intereses, eso sí apoyados por un aparato ideológico-político que gracias a la fábrica incansable de mentiras que los medios reproducen cual cajas de resonancia permiten desorientar y han logrado incluso transformar las lógicas y dinámicas culturales, el sentir y el pensar, sobre todo en las ciudades.

Esta alianza Crimen-Empresa-Estado se ha estrechado tanto que han logrado que todo un país trabaje y hasta muera para servirles a ellos. Se trata de un reducido grupo de familias ancladas al poder, esa realidad pide a gritos un cambio (Zuluaga Cometa, H., & Insuasty-Rodríguez, A. 2020).

Es así que, el proyecto de Reforma Tributaria mal llamado Proyecto de Ley de Solidaridad Sostenible, se constituyó en la gota que rebosó la tasa, pues la lista de males es interminable, el incumplimiento de los acuerdos de Paz, el constante asesinato de líderes sociales, excombatientes firmantes de la paz, el abuso de la fuerza pública, los falsos positivos, la reforma que cursa en este momento proyecto de Ley 010 que intenta replicar el modelo norteamericano y que termina de sepultar la Salud en Colombia entregándola descaradamente al sector privado, la negación a la aprobación del acuerdo de Escazú, la negación de las consultas populares para la defensa de los territorios, el aumento de una nueva generación del paramilitarismo, el conflicto armado, la apertura económica y favorecimiento a empresas multinacionales sobre la producción campesina, el sector textil nacional, el gremio taxista y un largo etcétera.

Nada que decir como contracara, de los más de 50 Billones (Portafolio, 2018) que el país pierde por corrupción, de los 300 Billones (El Tiempo, 2016) en paraísos fiscales donde aparecen los Hijos de Uribe, el Ministro Carrasquilla, entre otros, nada que decir frente a los impuestos que deberían pagar los súper Rico y Super-Super Ricos en Colombia (Garay & Espitia Zamora, 2020), quienes han amasado riquezas gracias a la alianza Crimen- Empresa-Estado.

¿Qué evidencia este estallido social?

La inconformidad es grande, la asfixia social es enorme, no hay como contener esta creciente manifestación, el 21 de noviembre de 2019 había empezado esta expresión popular de malestar social, pero, llegó la pandemia y ante el colapso del sistema de salud y los picos de contagio ese ímpetu en las calles ceso, pero le siguió todo un tejido formativo digital. 

Un año después y al ver como la Pandemia era utilizada por el gobierno no para el beneficio del pueblo, sino como era lógico esperar de gobiernos absurdos, se utilizó para acrecentar privilegios para los bancos y grandes empresas, para disminuir lo que podría quedar de democracia, para sobre endeudar al Estado, acrecentar privilegios de esa triada Crimen-Empresa-Estado y luego de miles de demostraciones de desprecio hacia el pueblo, la gente retomó lo que había empezado.

Estas movilizaciones no dependen exclusivamente de las estructuras tradicionales como sindicatos, partidos u Oenegés, estos ahora, son un actor más.  El movimiento aprendió que estas estructuras sin contrapesos, también han defraudado al pueblo. 

Estamos ante el surgimiento de otras formas organizativas y de acción, otras formas de conectarse, encontrarse, proyectar y programar, es una lógica reticular, pequeños grupos que se articulan, creciendo con gran fuerza, sectores inconformes que, mediante una creatividad sin fin, muestran su necesidad de cambios reales.

El Paro fue convocado para el 28 de abril en medio del pico más alto de la Pandemia, pero el pico de la inconformidad y el desespero es mayor. Es así que, las expresiones populares se prolongaron, 29, 30 de abril, 1, 2, 3 de mayo, y seguirá. 

Ya los indígenas del Cauca han convocado la Minga y avanzan hacia la capital, los Taxistas afectados y muchos que creyeron las promesas del partido Centro Democrático por fin se enteran de la realidad, cursa un proyecto que les dejará sin trabajo digno, los camioneros cansados de los incumplimientos y el excesivo cobro de Peajes, las comunidades negras, campesinos con los acuerdos que no se han cumplido por décadas.

La respuesta del Estado, no se podría esperar algo diferente, más fuerza, cero escucha, más desprecio por el pueblo. El representante transitorio llamado presidente, de ese contubernio Crimen–Empresa–Estado, ha decidido militarizar el país, nada novedoso.

Aún esto, siguen las contundentes manifestaciones por todo el País, de resaltar las expresiones en Cali, Bogotá, Pasto, Barranquilla, hasta Medellín bastión del Partido de Gobierno.

Los informes aún no consolidados sobre violación de derechos humanos dan cuenta de la brutalidad policial, la Oenegé Temblores registra que entre las 6am del 28 de abril y las 10am del 3 de mayo de 2021, se han registrado: 1.181 casos de violencia policial, 26 víctimas de violencia homicida por parte de la policía, 761 detenciones arbitrarias en contra de los manifestante, 216 intervenciones violentas por parte de la fuerza pública, 17 víctimas de agresión en sus ojos, 56 casos de disparos de arma de fuego por parte de la policía, 9 víctimas de violencia sexual por parte de la fuerza pública, 56 denuncias por desaparición en el contexto de las movilizaciones  (Temblores, 2021)

La Defensoría del Pueblo por su parte, en comunicado público emitido el día lunes 3 de mayo, manifiesta que, al momento van registrado 19 muertos, 11 de ellos plenamente identificados en Cali, en donde se han registrado los mayores disturbios (El Tiempo, 2021). 

Las cifras reales, se irán esclareciendo en el transcurso de los días, pero ya son contundentes que deben mover a la comunidad internacional en una sola voz de rechazo a este gobierno de facto dictatorial.

60 años de guerra o más, no han servido para entender que el país se construye entre todos, todas, muchos acuerdos de Paz que cierran conflictos armados se han firmado, pero en el país sigue la dinámica de violencia, sometimiento y exclusión, es hora de señalar a los actores principales que gracias a esa alianza perversa Crimen-Empresa-Estado, se ha atornillado en el poder imponiendo sus intereses mezquinos a pesar del dolor que causan a tantas personas, familias y comunidades.

¿Qué sigue?

La presión social, que no es nueva pues venía gestándose poco a poco, ha logrado una gran victoria, aún pequeña ante la tragedia de país, pero grande como posibilidad, ha logrado que el presidente el domingo 2 de mayo anunciara el retiro del Proyecto de Ley de Solidaridad Sostenible  (BluRadio, 2), es decir el retiro de la polémica reforma tributaria. Se esperaba que como paso a seguir, se convocara a un Gran Diálogo Nacional para construir una propuesta ajustada a la realidad, pero, esto no ocurrió y por el contrario rápidamente hizo un llamado a los partidos para analizar y trazar un nuevo documento. Una acción que de suyo se constituye en otro golpe a la participación. Es la tradicional y desafortunada lógica del Frente Nacional, concertar entre los mismos.

Se anuncia, en este orden, que se construirá un nuevo documento, sin contemplar otras rutas, sin discutir por ejemplo de un cambio total del Estatuto Tributario, por ejemplo, no habla de los otros temas centrales, ni una palabra de la militarización ya ordenada, ni una palabra de los asesinatos por parte de la fuerza pública y las agresiones, nada de los detenidos arbitrariamente, del retiro del proyecto de Ley 010, el proyecto de Lay sobre transporte terrestre y plataformas virtuales, el cumplimiento del acuerdo de Paz, la aplicación de Justicia Tributaria, detener todo intento de Fracking y de reactivar fumigaciones con Glifosato a cultivos de uso ilícito y mejor apostar por el punto 6 del acuerdo de Paz en esta materia, respetar las decisiones de las comunidades frente al ingreso o no de multinacionales mineras y un lago etcétera que aún siguen en pie.

Sabemos que estamos ante gobiernos abiertamente calculadores y mentirosos, la guardia no se debe bajar.

Lo que entendemos continuará con fuerza es seguir fortaleciendo los debates públicos a tiempo y a destiempo, convertir las redes en coloridas y diversas posibilidades de formarnos e informar, una universidad popular permanente, en redes ya que las Universidades como instituciones andan ocupadas y atrapadas en ser negocios. 

Fortalecer esa participación real desde abajo (Borja Bedoya, Barrera Machado, & Insuasty Rodríguez, 2017) que se hizo sentir, grupos de jóvenes concentrados en barrios, comunas, pensando país en un encuentro alegre, miles de encuentros que se fueron conectando.

Acrecentar la capacidad organizativa y de respuesta del pueblo movilizado y en lucha, sus estrategias alternativas de comunicación para la difusión de información y también como logística y apoyo mutuo, reiterar la importancia de la comunicación en vivo en redes de lo que ocurría en todo el país, como uno de tantos ejemplos resaltamos la Alianza de Medios Alternativos (AMA) múltiples influenciadores transmitiendo y articulando logística entre las comisiones de Derechos Humanos de los colectivos, todas todos con altura asumiendo la defensa de derechos ante agresiones de la fuerza pública, las comisiones para la Atención Pre Hospitalaria (APH) para atender urgencias médicas, se hizo notar la solidaridad y apoyo, esta nueva expresión social es joven, diversa y múltiple, cada vez más articulada y cualificada, con capacidad de respuesta, que emerge desde abajo desde las organizaciones sociales, étnicas, campesinas, obreras, populares y urbanas. 

Seguir insistiendo en los espacios de articulación nacional como podría ser el Comité Nacional de Paro si ésta se entiende amplia, u otras formas organizativas alternativas y avanzar hacia una gran agenda popular, un gran proyecto diverso de País gestado desde abajo (Vélez Rivera , 2010).

Ya múltiples organizaciones, indígenas del Cauca, el pueblo Embera, comunidades Negras, Transportadores, Campesinos, incluyendo el mismo Comité Nacional de Paro han anunciado que el Paro Sigue, pues la tragedia del país que la alianza Crimen-Empresa-Estado han gestado es Grande. 

Avanzamos y lo cierto es que en estos días, ha retornado la esperanza[i].

Referencias bibliográficas.

BluRadio. (2021 de mayo de 2). El presidente Iván Duque pide retirar la reforma tributaria. Obtenido de Blu Radio: https://www.bluradio.com/nacion/el-presidente-ivan-duque-retira-la-reforma-tributaria-propuesta-en-el-congreso

Borja Bedoya, E., Barrera Machado, D., & Insuasty Rodríguez, A. (2017). Participación política ¿instituida o instituyente? Elementos para la reflexión. Ratio Juris, 12(24), 251-268. doi:http://dx.doi.org/10.24142/raju.v12n24a12

El Tiempo. (9 de abril de 2016). Unos 100 mil millones de dólares por fuera del país no pagan impuestos. Obtenido de El Tiempo: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-16559646

El Tiempo. (3 de mayo de 2021). Según la Defensoría, son 19 los muertos en jornadas de protestas. Obtenido de El Tiempo: https://www.eltiempo.com/unidad-investigativa/defensoria-revela-primer-listado-de-muertos-en-5-dias-de-protestas-585674

Garay, J. L., & Espitia Zamora, J. E. (30 de marzo de 2020). Medidas Económicas De Emergencia Covid-19. Una Visión Alternativa A La Gubernamental. Obtenido de Kavilando: https://www.desdeabajo.info/colombia/item/39210-medidas-de-emergencia-para-mitigar-los-efectos-socio-economicos-de-la-propagacion-del-coronavirus-covid-19-una-vision-alternativa-a-la-gubernamental.html

Insuasty Rodríguez, A. (2017). ¿De qué hablamos cuando nos referimos al paramilitarismo? El Ágora USB, 17(2), 338-352. Obtenido de http://www.scielo.org.co/pdf/agor/v17n2/1657-8031-agor-17-02-00338.pdf

Portafolio. (agosto de 2018). Lo que nos roba la corrupción. Obtenido de Portafolio: https://www.portafolio.co/economia/lo-que-nos-roba-la-corrupcion-en-colombia-520437

Rojas Bolaños, O. E., Insuasty Rodríguez, A., Mesa Duque, N., Valencia Grajales, J. F., & Zuluaga Cometa, H. A. (2020). Teoría social del falso positivo, Manipulación y Guerra. Medellín: Unaula. Obtenido de https://cutt.ly/dgthwft

Temblores. (3 de mayo de 2021). Violencia Policial en el marco de las protestas. Obtenido de Temblores: https://twitter.com/TembloresOng/status/1389327457250156545/photo/1

Valencia Grajales, F., & Insuasty Rodríguez, A. (2019). Solos no podemos. Revista Kavilando, 2(2), 113-115. Recuperado a partir de https://kavilando.org/revista/index.php/kavilando/article/view/323

Vélez Rivera , R. (2010). Políticas públicas y agenda pública. Estrategias para la implementabilidad del derecho público. Ratio Juris, 5(11), 103-116. Obtenido de https://publicaciones.unaula.edu.co/index.php/ratiojuris/article/view/165/154

Zuluaga-Cometa, H., & Insuasty-Rodríguez, A. (2020). Criminalidad – Empresa – Estado. El motor pendular del conflicto armado colombiano. Ratio Juris UNAULA, 15(30), 241-265. https://doi.org/10.24142/raju.v15n30a12

NOTAS

[*] Abogado, defensor público, investigador Grupo Kavilando. 

[**] Docente Investigador Universidad de San Buenaventura, Integrante de Redipaz y Grupo Kavilando.

Para mayor información visita www.kavilando.org  Radio Kavilando: https://soundcloud.com/kavilando Canal Youtube Grupo Kavilando: https://www.youtube.com/channel/UCYU9REHZLNwXSmfdxJDr34A

Este material periodístico es de libre acceso y reproducción. No está financiado por Nestlé ni por Monsanto. Desinformémonos no depende de ellas ni de otras como ellas, pero si de ti. Apoya el periodismo independiente. Es tuyo.

Otras noticias de internacional  

Dejar una Respuesta