En 150 centros penitenciarios de México –130 estatales y 20 federales– existe una problemática importante de aislamiento. En estas cárceles se vulnera el derecho de audiencia, no siempre se realiza certificación de integridad física y el trato a los internos no se apega a condiciones de vida digna. Tras estas paredes, además, se dan casos de restricción de las comunicaciones y omisión de notificaciones a los familiares.
Los visitadores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) constataron esta realidad, a partir de las visitas aleatorias que realizaron a las prisiones del país.
Por ello, el pasado 26 de octubre, el organismo presidido por Luis Raúl González emitió la Recomendación General 22/2015 sobre las prácticas de aislamiento en los centros penitenciarios de la República Mexicana, dirigida a los gobernadores del país, a los secretarios de Gobernación y de la Defensa Nacional, al jefe de Gobierno del Distrito Federal y al Comisionado Nacional.
En su documento, la CNDH llama al Sistema Penitenciario Nacional a eliminar las deficiencias detectadas en la aplicación del aislamiento, condición que aplicada en forma excesiva e incorrecta conlleva a una inadecuada rehabilitación y reinserción sociales.
De 2001 a 2010, el organismo nacional ha emitido cinco Recomendaciones Generales en materia penitenciaria.