Ciudades, sin espacios públicos para las lenguas originarias

Pedro Rendón

En las ciudades no hay espacios públicos para hablar las lenguas originarias de las y los migrantes internos, quienes, por lo tanto, deben practicar su idioma como si fuera algo privado, mencionó Itaxavi Mendoza, estudiante de posgrado de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México y hablante de la lengua Tu’un Savi -que significa ‘palabra de la lluvia’-.

Así lo dijo en la primera sesión del Seminario sobre Resistencia y Alternativas (organizado por el Programa de Interculturalidad y Asuntos Indígenas de la IBERO), que estuvo dedicada al tema Lenguas indígenas como idiomas vivos y en movimiento, con motivo del Día de la Lengua Materna y el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas.

Itaxavi, quien ha vivido en carne propia la experiencia de la migración, comentó que ésta coloca automáticamente a las personas de los pueblos originarios en un lugar de asimetría, “por nuestros lugares de origen y también por hablar una lengua distinta a la lengua hegemónica, el español”.

Y es por esta asimetría entre el español y las lenguas originarias que hablar éstas últimas, que en las ciudades son desconocidas, se ha limitado a los espacios privados y, “únicamente se ejerce cuando nos juntamos para hacer fiestas, cuando llegan visitas (familiares) a nuestras casas, y entonces se practica la lengua”.

Otra alumna de posgrado de la IBERO, Bertha Pech, señaló que en el país hay también un proceso de discriminación que violenta los derechos lingüísticos de los pueblos originarios y, en este sentido, “vas a veces pensando que tu lengua no es importante o no es necesario que la sigas hablando”, porque no tiene la misma presencia que el español.

Además, cuando la gente de los pueblos originarios no es tan tomada en cuenta por el hecho de venir de su comunidad y hablar su lengua, “esto te lleva a desvalorizar la importancia que tiene que sigas hablando tu lengua, que al final es este referente que te da sentido, que te permite explicar la realidad de una manera distinta, pero también que te enriquece en el momento de conocer otras formas de entender el mundo, de entender la vida”.

Por eso, afirmó que se requiere la presencia de lenguas originarias en más espacios, pero también se necesita mostrar a los hablantes y sus cuerpos. Y es que, en su estado, Yucatán, Bertha ha hecho traducciones del español al maya para comerciales, en los que luego aparecen personas que no son mayas o hablantes de esta lengua, sino que “es gente que va con un estereotipo de una cuestión de blanqueamiento en la ciudad, y eso es lo que sale en el spot… Y ahí estamos viendo claramente un efecto del racismo y de la discriminación que se vive”.

Guillermo Palma, de Servicios Integrales Émuri-Construcción de Mundos Alternativos Ronco Robles (SINÉ-COMUNARR), mencionó que el pueblo rarámuri -el suyo- y otros pueblos originarios de México todavía viven su lengua bastante bien. Mas, “hace falta aprender a pensar la lengua para poder entender cuál es la importancia de seguir hablando este idioma. A veces nos dicen que somos dialecto, pero sabemos, nosotros, que somos idioma, somos pensamiento expresado a través de la voz”.

Respecto a la conmemoración del Día de la Lengua Materna, dijo que todos los días los pueblos originarios debieran ser tomados en cuenta. “Tendríamos que ser respetados en nuestra palabra, en nuestro territorio, en nuestra historia… Pero esta ventana al mundo, a la hegemonía, también nos ayuda como pueblo para poder decir, aquí estamos, así pensamos y aquí seguimos en resistencia”.

En la primera sesión del Seminario sobre Resistencia y Alternativas, donde se reflexionó acerca de las Lenguas indígenas como idiomas vivos y en movimiento, también participaron: Ana Vázquez, egresada del Instituto Intercultural Ñöñho; Víctor Ojeda, del SINÉ-COMUNARR; y la Mtra. Eugenia Legorreta Maldonado, coordinadora del Programa de Interculturalidad y Asuntos Indígenas de la Iberoamericana, universidad jesuita de la Ciudad de México.

Este material se comparte con autorización de la IBERO

Este material periodístico es de libre acceso y reproducción. No está financiado por Nestlé ni por Monsanto. Desinformémonos no depende de ellas ni de otras como ellas, pero si de ti. Apoya el periodismo independiente. Es tuyo.

Otras noticias de méxico  

Dejar una Respuesta