Las muertes por sida en México se mantienen prácticamente sin cambios: alrededor de 5 mil por año, a pesar de que desde 2004 está garantizado el acceso universal a medicamentos para el control de la enfermedad y de que, por esta misma razón, a escala mundial el indicador registra un descenso de 29 por ciento en la última década.
Algo similar ocurre con las nuevas infecciones. El informe 2013 del Programa de Sida de Naciones Unidas (Onusida) indica que en el mundo se redujo 33 por ciento el número de casos nuevos del padecimiento, pero en México y el resto de países de América Latina esa disminución es de apenas 11 por ciento.
El próximo 1º de diciembre, cuando se celebra el día mundial de lucha contra ese mal, en México se cumplen además 30 años de que se reportó el primer caso. El Centro Nacional para la Prevención y Control del Sida (Censida) elaboró un reporte con algunos datos actualizados al 30 de septiembre de 2013, y otros todavía de 2012.
Señala que hasta ese mes se notificaron 109 mil 265 personas portadoras del virus, cifra en la que se incluyen alrededor de 85 mil que a causa de la evolución de la infección ya viven con sida.
Respecto a los fallecimientos, incluye la información preliminar de enero a junio de 2012, con 4 mil 737 decesos. El año anterior, el registro dio cuenta de 5 mil 43, cifra que se ha mantenido casi sin cambios durante la década pasada, y de acuerdo con especialistas no existen indicios de que la situación haya cambiado en este año.
Comentaron que el número de decesos debió haber disminuido de manera sensible, como ha ocurrido en otras naciones. En México no ha sido así porque el acceso universal todavía no se complementa con el diagnóstico temprano de la infección y, sobre todo, con la prevención.
El reporte del Onusida señala que a escala global más de 36 millones de personas han perdido la vida a causa del VIH/sida, problema de salud pública vigente. Enfatiza que debido al acceso a medicamentos la mortalidad bajó de 2.3 millones en 2005 a 1.6 millones en 2012.
Entre otros temas de la epidemia pendientes de resolver en el país está la falta de acciones para prevenir la transmisión del virus a las mujeres en general y a las más vulnerables, como son las parejas de los hombres que tienen sexo con otros hombres, las migrantes y las jóvenes, afirmó la organización civil Balance.
Comentó que existe el riesgo de que tal inacción se mantenga en 2014, porque en el rubro de igualdad entre hombres y mujeres, el presupuesto de la Federación prevé una asignación de 231.3 millones de pesos para el programa de VIH, lo que apenas representa un incremento de 2 millones de pesos en relación con este año.
Y todavía falta conocer los detalles sobre la distribución de los recursos entre el Censida y algunos institutos nacionales de salud, indicó la agrupación. En este año, el programa contó con 229.4 millones de pesos, de los cuales 78.54 millones se asignaron a Censida.
Además de la falta de atención a la salud sexual y reproductiva de aquellas que ya viven con VIH, y que representan 22 por ciento del total de afectados, uno de los grandes rezagos es la prevención de la transmisión perinatal. El reporte de Censida señala que 76 por ciento de las embarazadas se realizan la prueba de detección del virus en clínicas y hospitales de la Secretaría de Salud, pero sólo 29 por ciento de las derechohabientes de la seguridad social.
De las mujeres que en 2012 resultaron positivas al VIH, apenas 56 por ciento (773) recibieron tratamiento antirretroviral para prevenir la transmisión del VIH al producto.
El programa de Sida de Naciones Unidas asegura que los tratamientos clínicos reducen a menos de 5 por ciento el riesgo de la infección en los bebés, y que en algunos países esta cobertura es superior a 80 por ciento. El promedio mundial es de 62.