Como era de esperar, el pueblo viñamarino, el que está fuera de la Quinta Vergara, como el que está dentro, en las graderías, repugnan del Festival de Viña del Mar. Hasta los artistas del certamen se han sumado a las protestas. No sólo Viña del Mar es una de las ciudades de la V Región de Chile más pobres del país, sino que su alcaldesa es una derechista probadamente corrupta. Los motivos sobran para aprovechar las cámaras y luces del Festival para manifestar la mayoritaria disconformidad contra el régimen antipopular, antisocial y antidemocrático encabezado por Sebastián Piñera.
Pero dejemos que hablen las redes sociales a través del Twitter:
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