En varias ciudades francesas, la policía ha reprimido las manifestaciones contra las reformas laborales que asociaciones estudiantiles y sindicatos convocaron para este jueves, a través de bloqueos y el uso de gases lacrimógenos.
Los principales enfrentamientos se realizaron al noroeste, en Rennes, donde un grupo de jóvenes se dirigía al casco histórico de la ciudad, a pesar de que la protesta era pacífica por las calles autorizadas por la delegación del gobierno.
Una nueva jornada de huelgas y manifestaciones se convocaron para este jueves para demostrar el rechazo a los proyectos de reforma laboral en el país, impulsada por el poder Ejecutivo.
Se espera que miles de personas tomen las calles de París para rechazar dicha medida que perjudica a la clase obrera.
Desde marzo, las movilizaciones contra el proyecto de reforma iniciaron en distintos puntos del país, y se espera que continúen a lo largo de abril y mayo.
La última jornada de protestas a nivel nacional en rechazo a la reforma fue el 14 de abril y culminó con detenciones e incidentes violentos entre manifestantes y miembros de las fuerzas del orden.
La reforma laboral pretende hacer «ajustes» a la jornada laboral de 35 horas por semana, con la justificación de que su fin es reducir el 10 por ciento de desempleo.
Con información de agencias