Sao Paulo. Un movimiento brasileño de campesinos sin tierra invadió once haciendas en los últimos días en el estado de Sao Paulo para exigir la expropiación y entrega de tierras para su cultivo, dijo este miércoles uno de sus líderes, Luciano de Lima.
«Son casi 2 mil familias que a lo largo de este mes han ocupado once haciendas. Seis de ellas ya fueron desalojadas por orden judicial. Y en las otras se mantiene la ocupación», señaló el dirigente del Movimiento Sin Tierra de Base.
La más reciente invasión se produjo el martes en el municipio de Martinópolis, y están previstas nuevas acciones en el marco de la campaña de ocupaciones conocida como «enero caliente», agregó.
Según Lima, los campesinos han realizado la protesta de forma pacífica sin que hasta el momento se hayan registrado enfrentamientos con las autoridades.
«Esperamos que no haya ninguna reacción violenta de la policía, porque solo estamos reivindicando que se cumpla la Constitución y se expropien las tierras que no cumplan con su función social, para que puedan ser trabajadas», agregó.
Los manifestantes forman parte de una disidencia del tradicional Movimiento Sin Tierra de Brasil, creado hace 27 años con el objetivo de conseguir predios para los más pobres del campo.
La organización de «Base» lanzó a principios de año la campaña «enero caliente», para exigir tierras para unas 8 mil familias que viven en campamentos precarios.
«Finalizado este mes, decidiremos si nuestra gente sigue en las haciendas y ocupa otras. Pero lo que esperamos es que los gobiernos del estado y federal atiendan a nuestro pedido», añadió Lima.
Brasil es el país con mayor extensión y población de Latinoamérica, pero unas pocas manos concentran las mejores tierras. Un 1 por ciento de los propietarios tiene 45 por ciento de las tierras cultivables, según un censo agrario.
Los movimientos campesinos aseguran que existen cuatro millones de familias sin tierra y que 200 mil viven en campamentos sin infraestructura.