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Ciudad de México | Desinformémonos. El Alto Comisionado de la Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) anunció que se pretende integrar a Tapachula, ciudad fronteriza de Chiapas, como Ciudad Solidaria para que los migrantes centroamericanos tengan acceso a la salud, educación, trabajo y una vivienda digna, además de permitirles incorporarse en la sociedad manera productiva.
La oficial asociada de ACNUR, Valentina Duque, explicó que la distinción a la ciudad ayudaría a que los solicitantes de asilo tengan un pleno acceso a los servicios. “Primero tenemos que hacer una red de respuesta en donde trabajemos conjuntamente con la sociedad y el gobierno”, señaló durante la conferencia magistral “Refugiados en México: de la respuesta humanitaria a la integración”.
Agregó que para lograr que Tapachula sea nombrada Ciudad Solidaria con los migrantes se deben consolidar redes de apoyo en las que se involucren defensores y activistas de los derechos humanos, así como líderes religiosos e instancias de los tres niveles de gobierno.
Por otra parte, deben crearse políticas públicas locales para que los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo puedan establecerse de manera legal en la ciudad, como sucede en la Ciudad de México y Saltillo, Coahuila, indicó Duque.
Advirtió que la violencia en Guatemala, Hondura y El Salvador provocará que por lo menos 20 mil personas lleguen a la ciudad fronteriza, con el fin de solicitar asilo o cruzar el país hasta Estados Unidos, opción que ya es considerada por los migrantes al temer las políticas antimigratorias del presidente Donald Trump.
A principios del mes, se reveló que un 92 por ciento de los migrantes y refugiados centroamericanos atendidos por la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) alguna vez fue violentado en su país de origen o en su camino por México para alcanzar Estados Unidos, y de ellos 7 de cada diez volverán a ser asaltados, violados o golpeados en su tránsito por la ruta, que es una de las más activas del mundo con alrededor de 500 mil personas en marcha.
Se calcula que en los últimos diez años 150 mil personas han sido asesinadas en los tres países centroamericanos y que la situación empeora cada año, particularmente en El Salvador, donde sólo en el 2015 hubo 6 mil 650 homicidios.
De acuerdo con los datos de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), la violencia homicida en el norte de Centroamérica provocó más bajas de civiles que en cualquier otro país, a pesar de que algunos estuvieran azotados por los conflictos armados.