Nora Susana Centeno (78), militante platense de Madres de Plaza de Mayo, se miró al espejo en la mañana de ayer y vio las secuelas de la brutal golpiza que sufrió, el sábado por la tarde, cuando fue asaltada por dos delincuentes en su vivienda de Villa Castells.
Si bien en algún momento pensó en no hacer público tan violento episodio, fundamentalmente para preservar a su familia, la indignación pudo más y decidió salir a contar su pesadilla.
Según considera la mujer, todavía conmocionada por lo sucedido en su casa de la calle 13 entre 488 y 489, “no se trató de un episodio de inseguridad más”.
La víctima afirmó que los delincuentes actuaron con ensañamiento hacia ella por su condición de militante de esa organización de derechos humanos.
“Pese a que estaba en ese momento junto a mi nuera, su pareja y mi nieta de dos años, a la única que le pegaron fue a mí. Inclusive, en un momento dado les dije que integro Madres de Plaza de Mayo para ver si se apiadaban un poco. Pero desde ese instante me golpearon con la culata de las armas varias veces más”, recordó.
ROBO Y TORTURAS
Con entereza, Centeno relató que “fue el sábado entre las tres y las cuatro de la tarde. Me encontraba en la cocina y de repente sentí un lazo alrededor de mi cuello. Pensé que era una broma de uno de mis nietos, pero enseguida me pegaron un culatazo”.
Luego contó que “me empezaron a pedir dinero y elementos de oro, pero les dije que sólo tenía 500 pesos. Entonces me ajustaron la cuerda al cuello para provocarme asfixia y me llevaron hasta el quincho de casa, donde estaban mi nuera Cecilia, su pareja y mi nietita”.
“A mi nuera y mi nieta las encerraron en el baño, pero a la pareja de Cecilia y a mí nos ataron y nos hicieron tirar al piso. Y antes les robaron a ellos dinero y algunas cadenitas de oro. En mi caso, me sacaron esos 500 pesos, un plasma y otro televisor, entre otras cosas”.
“NO PODIA ABRIR UN OJO”
Centeno reveló que en las horas posteriores al salvaje ataque pensó en mantener el hecho en reserva. Pero “cuando me vi hoy (por ayer) en el espejo del baño cómo había quedado mi cara, llena de moretones, con derrames en los ojos y sin poder abrir uno de ellos, entendí que lo debía hacer público”.
Sobre los asaltantes, mencionó que “al menos acá entraron dos, que tenían más de 20 años y uno de ellos demostraba estar dopado”.
“No sé bien cuánto tiempo se quedaron, pero mi nuera cree que estuvieron una hora”, consignó.
“FUE POR SER MILITANTE”
En diversos pasajes del testimonio que brindó a este diario, Centeno puso el acento en relacionar la agresión y el robo en su casa con su condición de integrante de Madres de Plaza de Mayo.
“Esto no es casualidad, estoy segura que sabían que soy de Madres de Plaza de Mayo… Se apunta a meter miedo y combatir la resistencia. Esta experiencia ya la viví antes del último golpe militar, cuando se entraba por la fuerza a las casas, se golpeaba y se robaba”, señaló Centeno.
Y remató: “Hay un clima de violencia muy jodido, por lo que los platenses y los argentinos en general debemos estar muy atentos”.