‘Casa de Alice’ es una historia de resiliencia y anti-racismo que nace de la memoria de seis víctimas inocentes de la Camorra (organización mafiosa originaria de la región Campania) y se convierte en compromiso diario en Baia Verde, cerca de Castelvolturno, Campania, Italia.

Dentro de la gran familia de Libera, ‘Casa de Alice’ es un proyecto social, cultural y económico que, desde 2008, es realizado por Alessandro Buffardi – uno de los fundadores del proyecto – junto con una docena de otros socios en la gestión de la cooperativa Otros Horizontes. Su compromiso inicia después de la masacre de San Gennaro, donde seis jóvenes vidas como las suyas fueron borradas.

En la tarde del 18 de septiembre de 2008 en Castelvolturno seis niños inocentes que se encontraban en la sastrería Ob Ob Exotic Fashion murieron a manos del clan de los Casalesi. Kwame Antwi Julius Francis, Affun Yeboa y Eric Christopher Adams (Ghana), El Hadji Abeba y Samuel Kwako (Togo) y Jeemes Alex (Liberia).

Por iniciativa de la asociación Jerry Essan Masslo, dentro de un bien confiscado a la Camorra, en 2010 se fundó un proyecto de acogida para mujeres víctimas de la trata y, junto con otros actores locales. el observatorio sobre la discriminación racial.

Vista la fuerte necesidad de crear alternativas, también laborales, para estas mujeres, el mismo año la asociación crea la cooperativa social Otros Horizontes, que también se ubica dentro de la propiedad confiscada, en la que se desarrolla el taller de costura social Casa Alice: telas africanas para crear ropa de estilo occidental, pensando en el cuento de Alicia en el País de las Maravillas, en el que todos los sueños se hacen realidad.

Buse, una mujer de Nigeria, costurera de profesión, quien inició el proyecto de costura junto con Alessandro y los demás miembros de la cooperativa, lamentablemente falleció hace unos días, dejando como dono a las otras costureras de la Casa de Alice su deseo de resiliencia. De hecho, en el taller de costura hoy en día trabajan 4 mujeres de diferentes países – Ghana, Bulgaria y Nigeria – quienes diariamente contribuyen a la concepción y promoción de la marca “Hecha en Castelvolturno – Vestimos la libertad’, expresión directa de la sastrería.

La memoria es un pilar fundamental del compromiso de la cooperativa, que Alejandro también recuerda a través de la memoria de José Ayimbora, ciudadano de Ghana que vivió ocho años en Castelvolturno y fue el único testigo de la matanza de San Gennaro. Con su testimonio Joseph, quien había fingido estar muerto, permitió identificar los autores de la matanza, pero, por desgracia, debido a las lesiones sufridas ese día, después de un período vivido bajo la protección de una escolta, murió a principios de 2012.

Se le concedió la medalla al valor que Alejandro y los miembros de la cooperativa, en el décimo aniversario de la matanza – el 18 de septiembre de este año- esperan poder entregar a su esposa y su hijo Salvatore (que también era el nombre de uno de los guardaespaldas quién lo protegió), pero quiénes no sabe dónde están, viviendo bajo protección.

Después de varios años de desconfianza y temor hacia la colaboración y la integración de las comunidades de migrantes que viven en Castelvolturno, hoy el proyecto ‘Casa Alice’ en Baia Verde es parte de la vida local y de la comunidad.

En las palabras del ex presidente de Burkina Faso Thomas Sankara, el lema del proyecto “Podemos Inventar el Futuro” representa una perspectiva de resiliencia, construida desde abajo, que permite desarrollar herramientas compartidas, con las que se pueden propiciar cambios en el paradigma.

Creemos que es muy importante contar historias como la de la Casa Alice, donde el derecho a migrar y el derecho de solidaridad se encuentran, luchando diariamente por la justicia social como instrumento de aposición a las mafias.