Desde el pasado 7 al 22 de noviembre tuvo lugar la primera visita de Libera en Argentina en el marco del proyecto «Bien Restituido” direccionado al desmantelamiento patrimonial del crimen organizado y el fortalecimiento de la sociedad civil, que Libera coordina en colaboración con las asociaciones Fundación Multipolar, ACIJ – Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia y Circolo Giuridico di Argentina.

Argentina es uno de los primeros países latinoamericanos donde Libera comenzó a establecer relaciones de colaboración y a construir acciones conjuntas. Desde 2009, se han intensificado las reuniones y el intercambio de buenas prácticas tanto con la sociedad civil como con las instituciones, en particular el poder judicial. La experiencia italiana en el ámbito de la reutilización social de los bienes confiscados ha estado inmediatamente en el centro de los intercambios que han tenido lugar a lo largo de los años. Muchas/os activistas y magistrados de Argentina han tenido la oportunidad de visitar varias propiedades incautadas en Italia y de profundizar, también desde un punto de vista práctico, en su conocimiento de la institución de la reutilización social.

Según los estudios existentes sobre delincuencia transnacional, en Argentina no predominan los grandes grupos internacionales (como los llamados «cárteles»), sino que existen múltiples organizaciones locales, algunas de las cuales combinan actividades legales e ilegales, con posibles conexiones internacionales. Se dedican principalmente al narcotráfico, a la trata de personas, a la corrupción, a la falsificación, al contrabando de mercancías ilícitas como armas o piezas de automóviles robadas, de las que obtienen enormes beneficios que reinvierten en los mercados legales, asegurándose un gran poder económico y logístico. Gracias a esta capacidad de penetración económica y social, las organizaciones criminales tienden a sumar a su estructura a sectores sociales disímiles (jóvenes y, en los últimos tiempos, también mujeres), pertenecientes a los sectores más vulnerables de la sociedad, que requieren soluciones económicas urgentes a la inseguridad social en un estado económicamente degradado y constantemente al borde del default (tres veces en los últimos 40 años).

El proyecto Bien Restituido, que comenzó el pasado mes de marzo y tendrá una duración de cuatro años, tiene como objetivo promover la aprobación de una legislación armoniosa que introduzca en el derecho argentino el uso social de los bienes decomisados en las causas penales federales (delitos típicos de la delincuencia organizada) y acompañar las primeras experiencias concretas de reutilización de bienes.

En los primeros meses del proyecto, realizamos diversas actividades, principalmente en modalidad virtual, entre las que destacan las presentaciones del proyecto a organizaciones de la sociedad civil, la construcción de la identidad gráfica y los canales de comunicación del proyecto, el lanzamiento de un proyecto de investigación que aportará análisis y datos sobre los bienes decomisados en Argentina, y un ciclo de formación para magistrados y fiscales federales argentinos sobre la legislación y el modelo italiano de destino de los bienes embargados y decomisados, en el que participaron cinco magistrados italianos expertos en la materia.

También gracias a una mejora en la situación de la pandemia, la reciente misión a Argentina fue una oportunidad para empezar a presentar el proyecto en modo presencial. Esto era importante para establecer contactos más estrechos, reforzar las alianzas y construir visiones comunes con una comparación finalmente directa y no filtrada a través de pantallas. Mantuvimos reuniones con asociaciones, universidades y redes de la sociedad civil en Buenos Aires, Mar del Plata, Entre Ríos y Córdoba, con la Delegación de la Unión Europea en Argentina, con la Conferencia Episcopal Argentina y la embajada de Italia en Argentina, así como con varios jueces y fiscales federales.

En Mar del Plata tuvimos la oportunidad de visitar la ‘Casita Azul’, un prostíbulo -actualmente expropiado por el Congreso provincial-, donde decenas de mujeres migrantes habían sido retenidas como esclavas durante años. Es una casa de dos plantas, de unos 120 metros cuadrados, dividida en muchas habitaciones pequeñas y pasillos estrechos, que crean una especie de laberinto. La Casita Azul, cuyo nombre se debía al color azul de su tejado, era una de los muchos prostíbulos (aún presentes hoy) de Mar del Plata. Tras una absurda condena de no más de cuatro años de pena para los explotadores -un total de cuatro personas- y sin que se hubiera decomisado la casa en la sentencia, un grupo de organizaciones presentó un proyecto ante el Congreso Provincial solicitando la expropiación de la misma, proceso que se logró pero que aún no se realiza en la práctica; por esa la casa -ya expropiada- después de diez años. sigue abandonada y a la espera de que el gobierno provincial y municipal la destinen formalmente a un centro para mujeres víctimas de trata. Esperamos que gracias a la nueva legislación que impulsaremos con el proyecto, el mecanismo de confiscación y reutilización sea seguro, eficiente y rápido, permitiendo que este lugar y muchos otros tengan una nueva vida en manos de organizaciones sociales comprometidas con el bien de sus territorios y comunidades.

Según los datos a los que hemos tenido acceso a través del sitio web del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación -«Justicia Abierta»-, en Argentina hay más de 400 inmuebles y casi 5.000 vehículos incautados y confiscados que no tienen destino de uso. La investigación que estamos llevando a cabo y que publicaremos como parte del proyecto aportará información y estimaciones hasta ahora inexistentes sobre el tipo, valor y posible uso que se está dando a los bienes actualmente incautados y confiscados en el país. Además, en el tercer año (2023) tenemos previsto crear una página web que permitirá a las asociaciones y a los ciudadanos en general georreferenciar las propiedades confiscadas y seguir su proceso de adjudicación.

Durante los días transcurridos en Argentina, junto con las tres asociaciones asociadas, en la planificación de las actividades de los próximos meses también definimos la estrategia de incidencia que, a partir del próximo año, nos llevará a dialogar con los políticos y los responsables públicos para promover la aprobación de la legislación sobre la asignación de bienes para uso social.

En este sentido, la visita a Argentina también nos dio la oportunidad de dar visibilidad a los medios de comunicación y ampliar los horizontes de nuestro proyecto, creando nuevos contactos y colaboraciones, con la idea de involucrar a los sectores más sensibles e interesados en sumarse, aunque sea acompañando el proceso.

Uno de los principales objetivos para los próximos meses es abrir aún más las puertas del proyecto a la sociedad civil argentina, mediante el uso de las redes sociales, pero también continuando su presentación en todo el país, explicando sus contenidos a través de actividades de formación e información, para que un número creciente de realidades decidan sumarse, fortaleciendo la connotación colectiva del proyecto de ley de uso social de los bienes decomisados, que formularemos durante el año 2022.

Estamos convencidos de que el éxito del proyecto Bien Restituido dependerá sobre todo de la capacidad de dar forma y contenido a esta dimensión colectiva. En la capacidad de dar un paso adelante todos juntos, instituciones y sociedad, porque, incluso en Argentina, la lucha contra el crimen organizado y la construcción de la justicia social no puede ser una labor de «marineros solitarios».

El proyecto «Bien Restituido» está financiado por la Delegación de la Unión Europea en Argentina y el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional, a través del IILA.

Fuente: https://www.libera.it/schede-1838-delegazione_di_libera_in_argentina