Es necesario que la universidad se deje tocar por la experiencia de lo que pasa en el país para ver qué se puede hacer en el acompañamiento a los procesos de víctimas y en la documentación de los casos, dijo el doctor Carlos Beristain, quien recientemente formó parte del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que dio asistencia técnica para la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa.

En la conferencia La agenda de derechos humanos y la atención a víctimas en México: el rol de las y los universitarios, que dictó en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, Beristain recordó que cuando los integrantes del GIEI fueron a hacer la última presentación del caso Ayotzinapa, el 24 de abril, quisieron hacerlo en una universidad e invitar a instituciones de educación superior,  para que desde la reflexión académica esto no se convirtiera sólo en un problema de las víctimas, los medios de comunicación y el Estado.

En su opinión, esto debe convertirse «en una reflexión profunda del país, y ahí las universidades juegan un papel importante, tanto en la dimensión de la formación de los profesionales que tienen que trabajar sobre estos casos, como por la agenda de su propia naturaleza, pues son elemento central para que haya una voz sobre estas cosas, en el sentido de la democracia, en el sentido de la ética y de la transformación que se necesita en muchos países, incluyendo México”.

Por otra parte Beristain, quien ha sido coordinador del Informe del proyecto Interdiocesano de recuperación de la memoria histórica en Guatemala, comentó que hay que ponerse en el lugar de las víctimas, lo que ellas siempre reclaman, en especial a las autoridades.

Sin embargo, “no hay que jugar a ser lo que no somos, como ser indígena… Pero debo tener un entendimiento, una  comprensión de  la cultura, de la visión que tienen los indígenas sobre la relación entre la vida y la muerte si quiero hacer un acompañamiento a comunidades que están haciendo su propia investigación sobre fosas comunes en Guatemala. Porque hay toda una cosmovisión que necesito entender, que no es la misma, pero que necesito comprender si realmente quiero hacer un proceso de investigación, determinación de responsabilidad, identificación de los restos; exhumar una verdad que se exhuma con los restos”.

Desaparición forzada genera confusión

Sobre la desaparición forzada, Beristain, quien fuera Coordinador del Área de apoyo a las víctimas en brigadas internacionales de la paz en El Salvador, Guatemala y Colombia, comentó que es una estrategia represiva orientada a generar confusión, porque nadie sabe que pasó, ni dónde están (los desaparecidos), ni dónde están sus cuerpos… hay toda una estrategia de confusión alrededor del caso. Y es muy importante salir de esa confusión.

“Eso es parte de lo que nosotros tratamos de hacer con nuestro trabajo en Ayotzinapa. Cómo damos elementos de referencia que ayuden a salir de la confusión, de qué tipo de caso estamos hablando, cuáles son las implicaciones, quién ha sido responsable, qué pasó realmente sobre ciertas cosas”.

El invitado de la IBERO añadió que les tocó, a los miembros del GIEI, investigar qué es verdad de todo eso. Primero, porque es muy importante desde el punto de vista de cualquier investigación; y porque desde el punto de vista psicológico, psico-social colectivo, es importante que exista claridad, porque hay toda una dimensión de confusión. “Y en México la hay, mucho más ampliamente en el caso Ayotzinapa”.

Los hechos de los estudiantes desaparecidos de la normal de Guerrero es un asunto que a los expertos independientes les tocó visibilizar, porque se necesita claridad sobre eso y una investigación en serio para avanzar en el país. “Tenemos que investigar cuáles son los mecanismos que hacen posible el horror a gran escala… cuáles son los mecanismos que hacen posible desaparecer a 43 personas en una noche… tenemos que desmantelar estos mecanismos… no sólo hay que poner énfasis en el sufrimiento de las víctimas”.

Finalmente Carlos Beristain, doctor en psicología de la salud con 20 años de experiencia en trabajo con víctimas de violencia en la guerra en diferentes países en conflicto, dijo que el caso Ayotzinapa es un factor de crisis que abre la oportunidad de abordar las cosas más allá de éste. “Las recomendaciones estructurales que nosotros hicimos en el segundo informe tienen que ver con qué cosas tienen que cambiar en el país desde nuestro punto de vista”.

La Dirección General del Medio Universitario y el Programa de Derechos Humanos de la IBERO fueron las áreas universitarias que invitaron a Carlos Beristain a dar su conferencia en esta institución académica.

Al cumplirse dos años de la desaparición de los normalistas en Ayotzinapa IBERO 90.9 Radio, estación radiofónica de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, dedicará a este tema su programación de lunes 26 de septiembre. En la radio puede sintonizar el 90.9 en FM, o escuchar la señal en internet: http://ibero909.fm/