Los ataques con armas químicas contra civiles sirios por parte del gobierno aumentaron en el país, en el marco de los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y las rebeldes, denunció Amnistía Internacional.
El ejército sirio llevó a cabo tres ataques químicos contra los rebeldes en el norte de Siria en las últimas dos semanas, lo que provocó la muerte de cuatro personas y dejó al menos 60 afectados en Alepo, la mayoría niños, que presentan síntomas de haber inhalado gas de cloro.
«Este nuevo ataque supone otra flagrante violación del derecho internacional y muestra un claro patrón en el uso de armas químicas por parte del régimen», indicó la subdirectora del programa de AI para Oriente Próximo y el norte de África Magdalena Mughrabi.
«Hacemos un llamamiento a las fuerzas enfrentadas para que dejen de atacar a civiles en Alepo. Es muy importante que los ataques químicos y otros crímenes de guerra se acaben cuanto antes y que se facilite el acceso a las ayudas por parte de los miles de personas que se encuentran atrapadas en la ciudad», señaló.
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas halló pruebas del uso de tóxicos como armas de forma “sistemática y repetida” en Siria, a pesar de que prohibió su desarrollo, producción y uso, pues supone un crimen de guerra.
Con información de agencias