Londres, 12 de julio. Lo que se perfila como la peor sequía en un cuarto de siglo en Estados Unidos ha dado paso a una escalada en los precios de las materias primas a nivel global, con el valor de los granos anotando máximos que la última vez alentaron una crisis alimentaria en las partes más vulnerables del mundo. En esta ocasión, en busca de proteger a sus poblaciones de la hambruna, muchos países que dependen fuertemente de las importaciones se han resistido por ahora a comprar, vendiendo sus niveles de inventarios y en espera de otras fuentes de suministro que empujen a bajar los precios. Pero sus esperanzas podrían desvanecerse si todos los países recurren al mercado al mismo tiempo.
La escalada de precios ha traído a la memoria la crisis de alimentos de 2007 y 2008 que, según estimó la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO), elevó a 75 millones la cifra de personas que sufren hambre crónica en el mundo. Otras estimaciones elevan la cifra hasta 160 millones de personas con hambre.
El índice de granos y oleaginosas del Consejo Internacional de Cereales (CIC) –un promedio de los precios del trigo, maíz, soya, harina de soya, arroz, cebada, sorgo y colza–, aumentó esta semana a su mayor nivel desde julio de 2008.
Mientras las existencias de granos muestran un incremento de 25 por ciento comparadas con 2008, según datos del CIC, China cuenta con una gran reserva de trigo y maíz y es improbable que la libere a los mercados internacionales.
Mientras gran parte del mundo confía en que se logre una cosecha récord de maíz en Estados Unidos, no es de extrañar que los precios hayan aumentado cerca de 40 por ciento en las últimas tres semanas, a medida que el incesante clima seco reduce las expectativas de rendimiento de los cultivos de cereales. La soya ha alcanzado precios récord, mientras el trigo no está muy lejos de ese punto.
En tanto, se reportó que los futuros de maíz en Chicago subieron, debido a que el calor y la sequía en la región central de Estados Unidos continuaron deteriorando las perspectivas de cosecha del producto. Los precios de la soya también cerraron al alza ante las preocupaciones sobre el clima seco en Estados Unidos. A su vez, los precios del trigo treparon a máximos de 17 meses, ante los temores sobre la cosecha del cereal en la región del Mar Negro, comentaron operadores. La soya para entrega entre julio de 2012 y julio de 2013 subió entre 0.5 y 6 centavos por bushell. La harina de soya para entrega en ese mismo periodo ganó entre 0.8 y 7.9 dólares. La posición julio 2012 avanzó 0.8 dólares, a 478.8 dólares por tonelada. Los futuros de trigo para entrega entre julio de 2012 y julio de 2013 ascendieron entre 4.75 y 25 centavos de dólar por bushel. El contrato a julio de 2012 subió 25 centavos, a 8.32 dólares.
El potencial de producción luce genial y de cierto modo llevó a estos consumidores finales a una falsa sensación de seguridad. En ese momento estábamos mirando seriamente los precios (del maíz) por debajo de 5 dólares (por bushel) si las condiciones climáticas seguían siendo ideales, pero ahora hemos subido fuertemente y nunca volvimos a mirar hacia atrás
, dijo Shawn McCambridge, analista de Jefferies Bache.
Ahora, los futuros del maíz han superado los 7 dólares por bushel y crecen con rapidez. Operadores dijeron que los consumidores en Europa, Africa del Norte y Medio Oriente han reducido sus compras regulares, en espera de que los precios disminuyan. Esto para mi es una bomba de tiempo. No me sorprendería si el maíz cotiza en 10 dólares
, agregó el operador.