Ciudad de México | Desinformémonos. Hoy, 20 de enero, Donald Trump toma posesión como el presidente 45 de Estados Unidos. Hoy, frente a cientos de miles de personas, el magnate que ganó las elecciones a través de una campaña de odio, con la xenofobia y la misoginia como estandartes, jurará el cargo y con ello, la incertidumbre del cumplimiento de sus propuestas.
A partir de este viernes y con un plazo de 100 días, el mundo verá si Donald Trump hace “grande” de nuevo a Estados Unidos con sus promesas, las cuales tendrán alto impacto en otros países, principalmente México.
Entre las propuestas que causaron temor cuando se anunciaron, y un mayor miedo ahora que inicia el gobierno del empresario, está la construcción de un muro fronterizo con México para acabar con la migración irregular. No conforme con esto, Trump se mantiene firme con la idea de que México será quien pague por la imposición de tal muralla con impuestos o con el bloqueo de las remesas, que son la principal fuente de ingresos en México.
Durante su primera conferencia de prensa, el pasado 11 de enero, Trump declaró: “Haremos el muro”, y detalló que “México va a pagar de una manera u otra” y que habrá un gran impuesto fronterizo para las empresas que busquen vender sus productos desde México.
Además, prometió la inclusión de una política que permita la detención y encierro por dos años para los migrantes que intenten volver a Estados Unidos, una vez que hayan sido deportados 11 millones de personas por las mismas cláusulas de su política migratoria.
Igualmente con los asuntos de migración, el ahora presidente Trump incluyó en su campaña la prohibición a los refugiados de países como Siria permanecer en Estados Unidos, al considerar que todos trabajan para los grupos terroristas y ante la “imposibilidad” de determinar su origen.
Donald Trump también pretende renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), al cual culpa de la pérdida de empleos y del cierre de empresas que desplazan a los países vecinos para abaratar costes.
Durante la conferencia de prensa del 11 de enero Trump anunció que muchas empresas regresarán a Estados Unidos para generar empleos, y ejemplificó con las compañías de Ford y Fiat “que construirán una gran fábrica en este país, no en otro país”, en referencia a México. Añadió que la industria farmacéutica, además de la automotriz, también debe regresar a Estados Unidos.
Por otra parte, en los temas ambientales el presidente estadounidense propuso cancelar los fondos para la lucha contra el cambio climático, los cuales se destinarán para la financiación de proyectos domésticos.
Con Trump como presidente, impactos en el precio del dólar, el desarrollo comercial mexicano a nivel internacional, la migración y sobre todo, la tranquilidad de la población y el gobierno, irán en crecimiento conforme los días avancen, pues, como dijo la revista británica The Economist, “la presidencia de Trump es sobre golpear a México”.
