Ciudad de México | Desinformémonos. “Ya empezaron las amenazas, los que ya saben de la cancelación de este proyecto nos están amenazando constantemente”, denunció Guadalupe Ramírez Castellanos, integrante del Comité de Resistencia de Unión Hidalgo, tras la victoria de la comunidad zapoteca por la cancelación definitiva del parque eólico Gunaa Sicarú en Oaxaca.
“Sabemos que nuestra seguridad está en riesgo y por eso exigimos a las autoridades de los tres niveles de gobierno, tanto federal estatal y municipal, por la seguridad de nuestras familias”, añadió Ramírez en una conferencia de prensa, días después de que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) canceló de manera definitiva el contrato de suministro eléctrico firmado con la empresa francesa Électricité de France (EDF), que impulsaba el megaproyecto eólico Gunaa Sicarú.
El pasado 2 de junio, el Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales A.C. (ProDESC), que acompañó a la comunidad de Unión Hidalgo durante los cinco años de lucha contra el proyecto, informó que con las cancelaciones de la CFE se demostró la inviabilidad técnica del parque Gunaa Sicarú.
Gunaa Sicarú era una central eólica “que buscaba asentarse ilegalmente” en tierras comunales para construir 115 aerogeneradores, uno de las más grandes en América Latina. Desde 2017, año en que pretendió imponerse en el territorio zapoteco, la comunidad de Unión Hidalgo se organizó para denunciar las irregularidades en las obras y las violaciones a sus derechos como pueblo indígena, así como para exigir su cancelación definitiva.
Durante la conferencia de prensa realizada el pasado 6 de junio, los defensores denunciaron que las empresas se adueñaron de las energías verdes para su propio beneficio, mientras afectan la vida comunitaria en los territorios donde se imponen.
“En el impacto ambiental no se logra ningún cambio ni contra el cambio climático, eso es una falacia, esos son nada más palabras que sirven para seguir haciendo negocios, que sigan acumulando la riqueza”, señaló Pedro Matus Ruiz, integrante del Comité.
Frente a las amenazas y las posibles represalias por la cancelación del parque eólico, los defensores del Comité de Resistencia exigieron a las autoridades garantías para su vida y la de sus familias, así como un alto a la imposición de megaproyectos en sus territorios.