El sismo del pasado 7 de septiembre provocó daños en todo Juchitán, Oaxaca, y una de las construcciones más afectadas fue la Casa de la Cultura. En este espacio se exhibían 380 piezas arqueológicas y se resguardaban centenas más en bodegas (casi tres mil, si se consideran las pequeñas figurillas que, por sus dimensiones, reducidas no fueron incluidas en el catálogo).
Con el apoyo el artista Francisco Toledo, personal del INAH y la sociedad civil fue posible el rescate de esta colección, conformada por monolitos, vasijas, urnas funerarias, incensarios y esculturas olmecas, zapotecas y teotihuacanas, entre otros objetos. A fin de preservar este legado y el recinto juchiteco, especialistas en arquitectura e ingeniería de la UNAM viajaron al poblado oaxaqueño a fin de apoyar al INAH en labores de reconocimiento y diagnóstico.
Según los dictámenes, la Casa de la Cultura quedó dañada en un 90 por ciento de su estructura, aunque gracias a la evaluación de los universitarios se determinó que es viable rescatar y poner a salvo a este icónico edificio, ubicado en la calle Belisario Domínguez, en pleno centro de Juchitán.
“Hablamos de una edificación del siglo XIX, hecha en gran parte de tejavana y madera, por lo que el personal de la UNAM y el INAH le apostaron a una restructuración y a desmontar las tejas y recolocarlas, sólo que con reforzamientos para evitar su desplome ante eventos similares al temblor de hace unas semanas. Se conservará el aspecto viejo de esta casona, pero se le dotará de una solidez como si estuviera nueva”, explicó Michel Pineda, director de la Casa de Cultura de Juchitán.
Al respecto, el promotor de arte señaló que un aspecto que les preocupa es la seguridad de las piezas prehispánicas que tenían en exhibición, por lo que el primer espacio a remodelar y apuntalar es la Sala Arqueológica del lugar. Todos los trabajos estarán supervisados por los arquitectos e ingenieros de la Universidad Nacional a fin de que el material prehispánico se conserve en óptimas condiciones, por lo que el salón, además de ser consolidado, contará con controles de temperatura y sistemas de seguridad.
Para Michel Pineda, este aspecto es relevante, pues en la colección figuran objetos muy valiosos, como un hacha votiva olmeca tan rara que sólo hay cuatro parecidas en el mundo.
Un aspecto que destacó el funcionario fue la necesidad de actuar ya, “pues con las réplicas del sismo el inmueble se ha seguido fracturando. Afortunadamente acaban de comenzar los trabajos de rescate y ya hay gente quitando escombros y apuntalando; además, ya está por hacerse el dictamen para ver dónde van a ir las cadenas y dónde el reforzamiento”, agregó.
Entre los proyectos que se consideraron para salvaguardar el patrimonio estaba la construcción de un gran contenedor de metal en el que se almacenarían las casi 800 piezas arqueológicas, pero su elevado costo de manufactura y el hecho de que la Casa de Cultura de Juchitán finalmente no será demolida —como se aseguraba hasta el 18 de septiembre—, hicieron que la propuesta fuera desechada.
“Y la verdad estamos contentos, porque hablamos de un espacio cohesionador de la comunidad; estamos agradecidos de que la UNAM y el INAH colaboren en esto”, compartió el también artista plástico.
Sobre el tiempo que se llevará la reconstrucción de la Casa de la Cultura de Juchitán, Michel Pineda se dijo incompetente para dar respuesta. “Eso es competencia de los expertos que vinieron a ayudarnos; sabemos que estamos en buenas manos”.
Este material se compartió con autorización de UNAM Global