Ciudad de México | Desinformémonos. A pesar de las exigencias de organizaciones y de la sociedad civil, “ninguna dependencia federal ha mostrado voluntad política suficiente para esclarecer los casos de espionaje o poner en marcha las acciones necesarias para desarrollar una regulación y prácticas que establezcan controles de uso, transparencia y rendición de cuentas para acciones de vigilancia en México”, denunció el Núcleo de Organizaciones de la Sociedad Civil (NOSC) a casi un año del reportaje de The New York Times en el que se reveló el uso del malware Pegasus por el gobierno mexicano para espiar a periodistas y activistas.
El NOSC agregó que tampoco ha habido avances en las investigaciones por parte de la Procuraduría General de la República (PGR), lo que ha provocado que diferentes organizaciones las califiquen de una “simulación” y un método para “proteger los intereses de un grupo”, como acusó en marzo el director de la Red en Defensa de los Digitales (R3D), Luis Fernando García.
Tras el reportaje de The New York Times, el NOSC renunció a formar parte del STT (Secretariado Técnico Tripartita), y aseguró que, a un año de los hechos, los casos de espionaje “aún siguen impunes”.
Por ello, las organizaciones que integran el Núcleo aseguraron que mantendrán las exigencias para que se investigue y sancione “la vigilancia digital ilegal en México”.
El 19 de junio de 2017, el diario estadounidense The New York Times publicó el reportaje “Somos los nuevos enemigos del Estado’: el espionaje a activistas y periodistas en México”, en el que documenta el uso del software Pegasus para espiar tanto a los comunicadores y defensores como a sus familias.
El software Pegasus se infiltra en los teléfonos y otros aparatos para monitorear cualquier detalle de la vida diaria de una persona por medio de su celular: llamadas, mensajes de texto, correos electrónicos, contactos y calendarios.