Foto: Cuartoscuro
Ciudad de México | Desinformémonos. El regreso de los desplazados del municipio de Chalchihuitán, en Chiapas, a sus comunidades sin condiciones de seguridad y con el grupo paramilitar sin desarmar en la comunidad vecina de Chenalhó hace que “el riesgo de una masacre” sea “claro”, aseguraron organizaciones civiles y de derechos humanos que acusaron que “de ocurrir, la responsabilidad directa es de los 3 niveles de gobiernos: el federal, el del estado de Chiapas y el municipal de Chalchihuitán, quienes con su inacción, han permitido este retorno al matadero”.
Las organizaciones señalaron que los 3 mil 858 indígenas que regresaron a las comunidades de Pom, Ch’enmut, Cruzkakalnam, Tzomolton, Cruzton, Bejeltón y Bololchojon van sin alimentos, con la cosecha perdida por la violencia generalizada, varios de ellos enfermos y bajo los impactos psicológicos de la violencia.
“Según testimonios, nos reportan que bajo una persistente presión de funcionarios del gobierno -sobre todo de protección civil-, y ante el hecho de ver perder sus cosechas, animales, posesiones y viviendas, sin que los gobiernos federal y estatal cumplieran el desarme y desarticulación de los grupos armados, desde alguna instancia se tomó la decisión de retornar a sus comunidades de origen, sin condiciones ni medidas de seguridad”, indicaron.
De acuerdo con los testimonios recabados por las organizaciones, los disparos de armas de alto poder continúan, al igual que “la tensión en toda la región”. “En estas condiciones, el riesgo de una masacre es claro”, añadieron.
“No obstante que se instaló una mesa de seguridad con los gobiernos federal y estatal para atender la demanda de desarticulación, desmantelamiento y castigo al grupo armado de Chenalhó, al momento no hay ninguna respuesta y ningún avance, pues –reiteramos–, el grupo armado de corte paramilitar sigue actuando en impunidad”.
Por ello, exigieron un alto a las acciones armadas en la región y su desarticulación y castigo, así como que se garantice de manera inmediata y urgente la vida e integridad de las familias desplazadas retornadas y de las que decidieron permanecer en los albergues.