Un devastador incendio afecta desde el 25 de enero al Parque Nacional Los Alerces, en la provincia de Chubut, donde arrasó ya más de mil hectáreas. Lo que resulta curioso e indignante es que el gobernador de la provincia, Ignacio Torres, apuntó contra la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) y la activista Moira Millán. Dijo que los mapuche queman bosques para luego ocuparlos como parte de la especulación inmobiliaria.
Además acusan a Moira Millán de ser integrante de la RAM, una organización que fue mediáticamente construida por el ministerio del Interior presidido bajo el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) por la actual ministra Patricia Bullrich. De hecho, se acusa al pueblo mapuche de las mismas prácticas que realiza el capital inmobiliario, que suele quemar bosques para luego imponer sus iniciativas de especulación con la tierra.
El martes 30 Moira y miembros de varias comunidades ofrecieron una rueda de prensa en Esquel. Luego conversó con Desinformémonos vía telefónica.
“Esta construcción de un enemigo interno y de un escenario para justificar la represión, o sea la dictadura racista contra el pueblo mapuche, cobra fuerza a partir de que el gobierno de esta provincia está en sintonía con un gobierno nacional que tiene una impronta terricida y machista. Necesitan desacreditar la legitimidad y la validación social que tiene el pueblo mapuche en su demanda por el resguardo de la vida y los territorios. Necesitan desactivar las voces que despiertan conciencia y que exponen las conductas criminales del gobierno”.
El gobierno de Macri, como ahora el de Javier Milei, favorecen al capital financiero a las grandes corporaciones. Uno de los grandes beneficiarios de esta alianza entre gobierno y capital es el magnate británico Joe Lewis, que figura entre los 500 hombres más ricos del mundo. Es propietario de una hacienda en Lago Escondido (provincia de Río Negro) donde ha recibido jueces y funcionarios que fueron investigados por dádivas por corrupción, siendo un lugar de reunión de “ricos y poderosos”.
Según el portal Peerfil.com, Lewis compró en 1996 en “condiciones dudosas” las 8 mil hectáreas que rodean el Lago Escondido, un reservorio de agua glaciar en la provincia de Río Negro e impide el acceso al público siendo un espacio protegido legalmente. En sus varias tierras Lewis “construyó un aeropuerto privado de casi dos mil metros de largo que no cuenta con radares, por lo que sus movimientos son más que secretos”.
Pero Lewis posee tierras muy cerca del parque nacional que ahora está ardiendo. “El gobierno no ha informado nada pero se sabe que Lewis ha adquirido tierras en la zona cercana al cerro La Torta, pero jamás se explicó cómo llegó a conseguirlas. No sólo se difama sino se desinforman las iniciativas inmobiliarias de los grandes capitales”, explica Moira.
Además de la enorme desproporción de medios y riqueza, el poder político se empeña en atacar a Moira señalándola como dirigente de la RAM. “El objetivo es deslegitimarme activista mapuche. La RAM es una invención estigmatizante ante la opinión pública, que rechaza a quienes se reclamaron sus voceros. Pero eso no lo han podido hacer con mi persona. Por eso necesitan vincularme a alguna actividad ilícita, a una organización “terrorista”. Entonces la única manera es mentir. Nunca tuve relación con la RAM y mi compromiso es con la naturaleza y sus espíritus, con los lonkos y luchar por la defensa de la vida. La nación mapuche está exponiendo a las repúblicas coloniales terricidas en sus prácticas de destrucción y de muerte”.
Moira vive lejos de las grandes ciudades, en un lof enclavado en los Andes cerca de Corcovado, un pequeño pueblo rodeado de cumbres nevadas. Aes referente del Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir, participó en el documental “Pupila de mujer, mirada de la tierra” y en 2019 publicó un relato de ficción titulado “El tren del olvido”. Está a punto de publicar su libro “No más terricidio”, que “expone a los no indígenas las razones por las que defendemos los territorios”.
Para Moira Millán, el concepto de terricidio se ajusta mejor que el de ecocidio, “porque abarca todas las acciones de agresión continua al orden cósmico, donde todas las vidas se ensamblan, todas las vidas importan y si se ataca a un pueblo se comete terricidio, si se ataca a las mujeres o a un cuerpo trans se comete terricidio al igual que el ataque a los ríos y las montañas”.
