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Acompañar la búsqueda: la posibilidad de hacer comunidad

Por David López Nájera / GIASF*

Desde los momentos iniciales de la llamada “Guerra contra el narco” fueron los familiares quienes comenzaron a buscar a sus seres queridos desaparecidos. Cuestionaron la cruel culpabilización que los voceros del Estado les endilgaban. Se organizaron, y en comunidad, hicieron frente a la búsqueda, ante la inoperatividad del Estado. Nadie imaginó que la militarización de la seguridad pública dejaría como estragos miles de muertos y la ausencia de los más de 82 mil desaparecidos a lo largo del país.

Sin embargo, ante la atrocidad de la desaparición, los familiares conformados como colectivo se reúnen día a día en la búsqueda de sus seres queridos. Reconocen que las redes de criminalidad que pueden atravesar la desaparición, no son solamente locales, han gestado estrategias de búsqueda en diferentes estados. Así conformaron la Caravana Internacional de Búsqueda en Vida y la Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas.

La VII Caravana internacional se realizó del 10 al 15 de mayo, en Guanajuato, un estado que ha incrementado considerablemente los índices de violencia, pues los últimos cuatro años, ha sido la entidad con más homicidios dolosos en el país, tan solo de enero a agosto del 2020, registró en promedio 300 homicidios cada mes[1]; dicho aumento de la violencia se dio en el contexto del combate al robo de hidrocarburos “huachicol”, estrategia con la que comenzó el actual gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador.

La Caravana está compuesta por colectivos de diferentes estados de la república. En ella, los familiares llevan tanto las fotografías de sus seres queridos desaparecidos como  las de los familiares de integrantes de su colectivo, porque todos los desaparecidos pasan a ser también de ellos.  Con el objetivo de localizar a alguna persona desaparecida, realizan marchas en el centro de las comunidades y poblaciones que recorren. Además, visitan Centros de Readaptación Social (CERESOS) y Servicios Médicos Forenses (Semefos). Han aprendido que la búsqueda no solo es de fosas o restos humanos, también se busca en vida, y se cultiva la posibilidad del reencuentro.

Marchar en la vía pública en los estados cooptados por el horror y la violencia, tiene el propósito de demostrar que hay comunidades de búsqueda que intentan localizar a sus seres queridos  desaparecidos y de sensibilizar a la población de la problemática de las desapariciones. Además da la posibilidad de que, si alguien está atravesado por una situación similar y no ha logrado encontrar un camino para la búsqueda de su familiar, pueda acercarse, ser arropado, acompañado e integrado por la comunidad compuesta por los colectivos.

VII Caravana de búsqueda de desaparecidos. Fotografía: David López

Al integrarse a la Caravana, uno puede  observar la comunidad que se ha formado entre buscadoras, periodistas y acompañantes solidarios, que al encontrarse en estos espacios, se abrazan, conversan y ríen. Se acompañan como comunidad ante las vicisitudes de la búsqueda.

Son las familias en búsqueda las que mejor pueden describir cuales son los diferentes problemas a los que se enfrentan para realizar las búsquedas, desde el solicitar los recursos para poder trasladarse, ingresar a espacios ocupados por grupos de crimen organizado en los cuales exponen su integridad física, como lo que les ocurrió al colectivo Sabuesos Guerreras, en Sinaloa, que al encontrar restos humanos fueron agredidas y expulsadas a balazos[2], o lidiar con el sistema burocrático del Estado que imposibilita acciones de búsqueda.

En la séptima edición de la Caravana pueden identificarse claramente dos problemas: el primero fue enfrentarse al mal procesamiento de la información sobre los restos humanos, que los “expertos” en las fiscalías han realizado, y la falta de voluntad de los agentes del Estado por llevar un registro adecuado sobre los restos, que permita el acceso a la información para los colectivos. El segundo problema es el despotismo de los agentes de la Fiscalía estatal, que al mostrar las imágenes sobre los restos humanos que se encontraban en el SEMEFO a los colectivos de familiares en búsqueda, daban solo tres segundos para identificar a una persona desaparecida, como lo documentó la periodista Daniela Rea.

Al ingresar al Cereso como parte de los recorridos que abarca la búsqueda en vida, podemos dar  cuenta de la importancia de la sensibilización que han gestado los colectivos como herramienta para la búsqueda. El  Hablar con las personas en reclusión e intentar sensibilizarlos, para que apoyen y, en caso de que identifiquen algún rostro, brinden la información que guíe la búsqueda de dicha persona, ha servido de estrategia por parte de los colectivos para recibir información valiosa que posibilite un acercamiento al reencuentro de su ser querido. En esta ocasión hubo un total de quince posibles positivos, que dan esperanza y motivación para continuar con la búsqueda, no solo a los familiares directos, sino a toda la caravana, a toda la comunidad que acompaña y ve con orgullo que el trabajo que se realiza arroja resultados.

Consideremos desmitificar que estos espacios son espacios solo de duelo y melancolía. En muchas ocasiones el júbilo se vuelve presente, posibilitado por la comunidad que se ha gestado en lazos de amor que se sostienen, expanden y ramifican desde una digna rabia que convoca a todos los ahí presentes.  

Es la comunidad que los familiares han gestado en sus movimientos lo que permite hacer excepción al horror y error del estado, en sus políticas públicas, en sus malos tratos y en su despotismo.


Referencias:
[1] Saúl Vela, David (4 de septiembre del 2020) Guanajuato sigue primero en homicidios, El Financiero.
[2] Redacción (25 de enero, 2021) Sabuesos Guerreras encuentran restos humanos en Culiacancito… y las corren a balazos. Proceso.


*El Grupo de Investigaciones en Antropología Social y Forense (GIASF) es un equipo interdisciplinario comprometido con la producción de conocimiento social y políticamente relevante en torno a la desaparición forzada de personas en México. En esta columna, Con-ciencia, participan miembros del Comité Investigador y estudiantes asociados a los proyectos del Grupo (Ver más: www.giasf.org)

La opinión vertida en esta columna es responsabilidad de quien la escribe. No necesariamente refleja la posición de adondevanlosdesaparecidos.org o de las personas que integran el GIASF.


Publicado originalmente en A dónde van los desaparecidos.

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