“Recibimos una llamada avisando que al punto que vamos es un lugar caliente, un tiradero de cadáveres. Aparentemente la gente mala ya se está movilizando. Vamos a ir, pero que quede bien claro que responsabilizamos al gobierno de lo que nos pase”
Las palabras pertenecen a Mario Vergara y fueron registradas por el cronista Miguel Ángel León Carmona, quien participó del comienzo de las jornadas de búsqueda de la Primera Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, que se encuentra trabajando en el municipio de Amatlán de los Reyes, en Veracruz.
Vergara no necesita presentación, ya que es uno de los más visibles integrantes del Grupo Los Otros Desaparecidos de Iguala, pioneros en la búsqueda de restos óseos y materiales en los cerros de Guerrero, ante la ineficiencia y falta de respuestas de las instituciones oficiales de investigación y búsqueda.
La Primera Brigada Nacional reúne a personas de otras organizaciones de familiares de desaparecidos de distintos puntos de la República: Los Sabuesos de Sinaloa, los Perros de Iguala, los Cascabeles de Coahuila y los locales, Familiares de Desaparecidos de Veracruz.
El lunes 11, en los terrenos de una localidad conocida como “La Pochota”, en la vera del Río Atoyac, las señales comenzaron a aparecer a los pocos metros de que los buscadores se adentraron en el campo. Así lo describe el reportero antes citado: “Bastaron diez metros de caminata para que los buscadores descubrieran algo parecido a un bazar de la muerte: kilos de ropa marcados con sangre, en su mayoría de tallas juveniles, que yacían sobre terrenos rojizos, junto a una cruz de madera en memoria de un ejecutado, explicaban los guías, voluntarios del pueblo.”
La reunión de las organizaciones no es un dato menor y prueba, por un lado, que la solidaridad es un hecho material y tangible y por otro, que son los familiares quienes han desarrollado un método propio de búsqueda, que les ha resultado eficiente. Sólo en los cerros de Guerrero, desde que comenzaron su labor en noviembre de 2014, llevan más de un centenar de restos humanos hallados.
“Comiencen a picar la tierra con sus varillas, cuando encuentren suelo removido húndanlas hasta donde se pueda, luego olfateen la punta de metal, si huele a carne podrida, entonces comenzamos a escarbar” explicó Vergara en la instancia, según publica el cronista de Blog Expediente.
A pesar de que a esa primera Brigada de Búsqueda la acompañan por primera vez representantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, pero no así de la Policía Federal, algo a lo que se habían comprometido, ya que las Brigadas se entierran en “Tierra Caliente” como se conoce a zonas controladas por el narco. Tampoco participó de la búsqueda ningún funcionario de la Fiscalía del Estado, de la que depende la investigación de la mayoría de los casos de secuestro ocurridos en la entidad.
Como la organización y logística de las jornadas corre por cuenta de los propios familiares, sin contar con apoyo oficial, los brigadistas piden el apoyo que pueda brindárseles, enviando guantes, antídoto de veneno para serpientes, cuerdas, lámparas de minero a la Parroquia de los Santos Reyes, de Amatlán. Así como recursos para hacerse de botas para los buscadores, que lo hacen casi sin protección. Las donaciones solidarias pueden hacerse en la cuenta 0161453912 de Bancomer.
Foto: Hallazgo de ropa en la localidad «La Pochota, Amatlán de los Reyes, Veracruz // Miguel Ángel León Carmona, Blog Expediente
