Ciudad de México | Desinformémonos. Sobrevivientes, organizaciones y estudiantes protestaron este lunes en diferentes entidades del país para recordar la matanza del 2 de octubre de 1968, cuando el gobierno ordenó al ejército disparar contra los casi 50 mil jóvenes reunidos en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, en la Ciudad de México.
En la Ciudad de México, la manifestación fue encabezada por integrantes del Comité 68 desde Tlatelolco, donde realizaron un mítin para narrar los hechos, hasta el Zócalo.
La Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México desplegó un operativo con 4 mil 226 policías desde las 6 horas y hasta que finalizó la movilización.
Entre los participantes también se encontraron damnificados por el sismo del 19 de septiembre, estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa y ciudadanos en general. Antes de iniciar con la marcha, los asistentes pasaron lista de los 43 normalistas desaparecidos en Igualda, Guerrero, y corearon durante su recorrido “¡2 de octubre no se olvida!” mientras portaban pancartas y fotografías.
Alrededor de 50 jóvenes encapuchados recorrieron Paseo de la Reforma hasta llegar a la Plaza de las Tres Culturas, donde llevaron a cabo un mítin en el que recordaron la matanza de los estudiantes en Tlatelolco.
Las manifestaciones para conmemorar la matanza del 68 también se registraron en Oaxaca, Veracruz, Michoacán y Quintana Roo.
El 2 de octubre de 1968, durante la administración del presidente Gustavo Díaz Ordaz, las fuerzas armadas recibieron la orden de disparar contra los casi 50 mil jóvenes que se congregaron en la Tlaltelolco.
Ese año, como en varios países del mundo, los jóvenes mexicanos habían decidido formar parte de las decisiones políticas y buscaban a través de las movilizaciones pacíficas ser escuchados por las autoridades.
Luego de la matanza, en la que se aproxima murieron 400 personas y resultaron heridas más de mil, los policías y bomberos se encargaron de limpiar todas las manchas que quedaron en la plaza y se quemaron los cadáveres para no dejar rastro, por lo que las denuncias de desaparición por parte de las familias de los jóvenes aún han sido registradas.
Cada año, la sociedad civil sale a protestar por la matanza de Tlatelolco no sólo para recordarla, sino también para exigir un alto al abuso de la autoridad y a la represión de los movimientos pacíficos.