300 millones de niños esta noche van a dormir en la calle, ninguno de ellos es cubano

Cubainformación

#DíaDeLosDerechosHumanos 

El mundo entero reaccionó ante la muerte del líder histórico de Cuba Fidel Castro. En la  mayoría de nosotros hubo tristeza y un gran respeto por una vida bien vivida. El proceso revolucionario que él inició creó mejoras cuantificables en las vidas de ciudadanos de todos los continentes.

Pero hubo también otro tipo de reacción. El recientemente electo Presidente de EE.UU. Donald Trump declaró que quería un «mejor trato» con Cuba, exigiendo que la isla libere a los presos políticos, los cuales realmente no existen, y lanzó palabras difamatorias tales como «dictador» y «tirano». En poco más de un mes, el Presidente electo dirigirá un país donde la policía mata a Negros y Latinos -hombres, mujeres, niños, trans-  con total impunidad.  Sin embargo Trump  fue citado recientemente en el Washington Post diciendo que el legado de Fidel era la negación de los derechos humanos.

Ante otro aniversario del Día Internacional de los Derechos Humanos, la Red Nacional de Solidaridad con Cuba en EE.UU. (NNOC) no puede dejar sin respuesta estas calumnias. Sin entrar en detalle sobre los 30 artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos adoptada en la Organización de Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, la primera frase del preámbulo dice que el reconocimiento de «la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana es el fundamento de la libertad, la justicia y la paz en el mundo.»

A medida que se aproxima el invierno en el Hemisferio Norte, más de 50o mil personas dormirán en las calles o bajo puentes en Estados Unidos; familias enteras con sus niños vivirán en automóviles. No en Cuba donde un mural lo ejemplifica: «300 millones de niños esta noche van a dormir en la calle, ninguno de ellos es cubano». En 2016, el promedio de la deuda de un graduado universitario en EE.UU. es de $37.172. No en Cuba.

Según una encuesta de la Fundación de la Familia Kaiser en el 2016, el promedio de la prima del seguro médico para una familia estadounidense es de $18.412 al año.  Este año  el 83 por ciento de los trabajadores tiene deducibles en sus seguros médicos- la cantidad que se paga para recibir atención médica antes de que el seguro lo cubra-de un promedio de $1.478. Por primera vez desde 1999, más de la mitad de los trabajadores deben pagar más de $1000 en gastos médicos antes de que comience la cobertura del seguro. No en Cuba.

Según el Departamento de Educación, en un estudio del Instituto Nacional de Alfabetización en abril de 2016, el 14 por ciento o 32 millones de adultos en EE.UU. no saben leer. No en Cuba.

Trump abiertamente aboga por simulacros de ahogamiento y otras formas de tortura. De las más de 800 instalaciones militares de Estados Unidos en el mundo cientos de personas han sido ilegalmente enviadas a sitios, sabiendo con antelación que serán torturadas. Desde 2002, existe la tortura en Cuba, PERO SÓLO en la prisión estadounidense de Guantánamo, que se encuentra en el territorio ilegalmente ocupado por la base militar de EEUU.

Afirmamos que la Revolución Cubana es hoy un excelente ejemplo de la aplicación de la Declaración Universal de Derechos Humanos.  Cuba es una pequeña isla, con una historia de siglos de colonialismo y esclavitud, y a pesar de soportar hasta estos días un cruel bloqueo económico, financiero y comercial por mas de 56 años –diseñado para imponer hambre y privaciones al pueblo cubano, la isla continua siendo un brillante ejemplo de humanidad para el mundo.  Todos los recursos de Cuba se utilizan para desarrollar a cada individuo cubano a su máximo potencial. El derecho universal a la salud y a la educación gratuita hasta el nivel universitario, el derecho al empleo, a la vivienda– a la dignidad no sólo es garantizada sino implementado.

Este año se perdieron más de $ 4 mil millones en la campaña presidencial en Estados Unidos. Imaginemos por un instante cuántas personas en EE.UU. podrían haberse beneficiado con esa cifra en término de mejoras sociales. Mientras tanto, el pueblo cubano disfruta de elecciones libres y justas, libre de influencia financiera. Todos los cubanos se registran para votar cuando cumplen 16 años. Cada voto es contado por los ojos honestos y atentos de los niños cubanos. Además de la representación, el pueblo cubano es consultado directamente sobre la dirección de la sociedad a través de la comunidad, sindicatos, organizaciones de mujeres, de agricultores, de jóvenes, y otras organizaciones de masa. Sus opiniones son escuchadas. Individuos transgénico han sido elegidos para representar sus localidades.

Así es que cuando escuchamos hablar sobre los Derechos Humanos este sábado 10 de diciembre, recordemos los derechos humanos fundamentales en Cuba donde la Revolución de 1959 convirtió cuarteles militares en escuelas. Una de ellas es la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) donde jóvenes de comunidades marginadas de todas partes del mundo, incluyendo algunos de los Estados Unidos, aprenden a ser médicos sin costo alguno y regresan a sus comunidades para servir a su gente.   Sí, estos son los verdaderos derechos humanos.

Co-Directores de la Red Nacional de Solidaridad con Cuba en EEUU (NNOC) Alicia Jrapko, Banbose Shango, Cheryl LaBash, Greg Klave, Nalda Vigezzi. 

Los manipulados Derechos Humanos / Patricio Montesinos

Una frase popular subraya que cuando el adversario imperial te acecha es que transitas por buen sendero. Eso le ocurre a Cuba con el manipulado tema de los Derechos Humanos (DD.HH) que Estados Unidos y la derecha internacional utiliza para atacar a la mayor de las Antillas y a otras naciones progresistas de Latinoamérica y del mundo.

Washington y sus “aliados”, con los emporios mediáticos como sus principales misiles balísticos, no han cesado desde el mismo triunfo de la Revolución cubana del 1 de enero de 1959 de agredir al país caribeño, incriminándolo por supuestas violaciones los DD.HH.

Las constantes e infundadas denuncias al respecto, forman parte de la prolongada e inhumana guerra impuesta al decano archipiélago antillano, que ha incluido el todavía intacto bloqueo económico norteamericano, acciones terroristas, ataques e invasiones castrenses, atentados contra la vida de los dirigentes de su Revolución y desenfrenadas campañas mediáticas.

A Cuba la acusan de que sus “elecciones no son democráticas”, de permitir un solo partido político, y que carece de las vociferadas “libertades de prensa y expresión”, entre otras reiteradas manipulaciones.

Habría que preguntarle a Washington y a sus “amigos” sí realmente los comicios norteamericanos y otros tantos en diferentes regiones del mundo son verdaderamente democráticos, además de cuántas formaciones políticas se disputan el mando en Estados Unidos y en no pocos países, donde reinan monarquías y bipartidismos que se turnan insolentemente las riendas del poder con idéntico objetivo: enriquecerse.

Es bien sabido también, aunque silenciado o enmascarado, que en muchas naciones se postulan y llegan a la silla presidencial quienes tengan más dinero, y que son los poderes fácticos, dígase los grandes monopolios, las oligarquías corruptas y mafias de todo tipo, incluidas hasta las de narcotraficantes, las que realmente gobiernan.

Para Washington y sus “socios”, unas elecciones son democráticas si vencen en ellas candidatos a sus servicios, de lo contrario las cuestionan, e inmediatamente organizan golpes de Estado dirigidos a destronar a los ganadores en las urnas.

De las “libertades de expresión y prensa” solo recordemos que los medios de comunicación son estrictamente controlados por los mismos monopolios y la derecha deshonesta que los emplea como sus instrumentos para engañar y subyugar a los pueblos, los cuales, por cierto, si salen a las calles son reprimidos violentamente por policías o militares armados hasta los dientes, y entrenados para golpear y matar.

Claro, los asesinatos casi diarios de afroamericanos y latinos en Estados Unidos y el maltrato a los refugiados en la Europa, que por orden de Washington desata guerras sangrientas en África y el Medio Oriente, no son violaciones de los DD.HH.

Tampoco para el imperio del norte faltan a los DD.HH. los gobernantes que dejan sin empleo a los trabajadores, privatizan la salud, la educación y hasta el agua, recortan los derechos sociales y empobrecen a millones de hombres, mujeres, niños y ancianos en nuestro planeta tierra.

Nada de eso ocurre en Cuba, que figura entre las escasas naciones que no solo vela por los DD.HH. fundamentales de sus conciudadanos, sino también por los de todos los pueblos del mundo. Ello está más que demostrado y reconocido.

Precisamente por ese batallar y el buen sendero escogido por los cubanos, con su líder histórico Fidel Castro al frente, es que Washington y sus compinches insisten obstinados en atacar a la mayor de las Antillas.

Una relación a dos voces / Marylín Luis Grillo

Reelegida por voto mayoritario en octubre pasado, Cuba se mantiene como miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Con su presencia en el organismo multilateral, la nación caribeña defiende una visión otra —diferente a la de muchos países industrializados— sobre la indisolubilidad de los Derechos Humanos (DD.HH.)

La mirada que propone Cuba surge de negar la manipulación a la que son sometidos los derechos universales de los hombres y mujeres, y dentro de ellos, de los niños y las niñas, como una parte esencial.

Los Derechos Humanos son complejos: mientras algunos Estados —miembros también del Consejo— le ofrecen mayor preponderancia a algunos derechos políticos y civiles, al tiempo que los utilizan como herramienta de dominación y manipulación de la opinión pública internacional, otros Gobiernos, como el cubano, pone en el centro a la vida misma, a la actividad humana, a los derechos económicos, políticos y culturales en general.

Los derechos humanos son universales, por lo tanto, como la sociedad mundial en sí misma, diversos, plurales, particulares, sin perder por ello su carácter único. Deben imponer una conducta correcta, que nazca de la propia naturaleza humana de nuestra especie (la razón y la conciencia), sin por ello dejar de prever las múltiples formas en que los humanos expresan su identidad.

Cuba defiende precisamente eso: la pluralidad dentro de la universalidad y combate las posturas históricamente dominantes que hablan de «derechos» y omiten a una gran parte de la población del planeta.

Por ello, en su intervención en el Segmento de Alto Nivel del 28º  período ordinario de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, en Ginebra, el 2 de marzo de 2015, el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla inició su discurso asegurando que: «Habría que dar voz en esta sala a los 842 millones de personas que padecen hambre en el mundo, los 774 millones de analfabetos adultos y los 6 millones de niños que mueren cada año por enfermedades prevenibles, quienes, como resultado de un orden internacional excluyente, injusto y desigual, no forman parte de la particular visión de los países del Norte sobre los derechos humanos y las libertades fundamentales». Cuba es en el Consejo, la voz de todos ellos.

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2 Respuestas a “300 millones de niños esta noche van a dormir en la calle, ninguno de ellos es cubano”

  1. Enrique Reyes

    La información que emite esta página, es importante que se reproduzca. Solo la información veraz podrá hacer que empiece a generarse la concientizacion, esa a la que se refiere Frei Beto. Además de organizarnos.

  2. Ricardo Lanzani

    Me llena de sano orgullo que el noble hermano pueblo Cubano, pueda llevar adelante esta gesta por los derechos básicos de los Niños …, a pesar del inmoral bloqueo y agresión que sufre por parte del imperialismo de EEUU …

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