Informantes para desnudar al gobierno estadunidense

Kevin Gosztola/ The Dissenter Traducción: Clayton Conn

Estados Unidos. A petición suya, fue identificada la fuente que reveló el programa de la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (NSA) a Glenn Greenwald, periodista de The Guardian. Se trata de un contratista de 29 años de edad que trabaja para la empresa Booz Allen Hamilton y que fue asistente técnico de la CIA (Agencia Central de Inteligencia).??La revelación se hizo a partir de una entrevista realizada durante varios días y publicada por Greenwald y Ewan MacAskill. El video de la entrevista, producido por la documentalista Laura Poitras, también se hizo público.

Snowden está muy consciente de cómo lo perseguirá el gobierno de los Estados Unidos y lo difamará, enfocándose al mensajero de las filtraciones publicadas en los últimos días. Él señaló que «realmente quiero que el enfoque sea en estos documentos. Espero que se dé lugar a un debate en el que los ciudadanos de todo el mundo discutan en qué clase de mundo queremos vivir».

La única motivación del técnico fue «informar al público sobre lo que se hace en su nombre y lo que se hace en contra de ellos», declaró en entrevista, señalando que él no quiere estar en el «centro de atención de medios», sino que prefiere ver el foco de los medios sobre el contenido de sus revelaciones.

Snowden reconoció que ha llevado una vida «muy cómoda», pero está «dispuesto a sacrificar todo eso porque mi conciencia no me deja permitir que el gobierno estadunidense destruya la intimidad, la libertad de internet y las libertades fundamentales de las personas alrededor del mundo con este equipo de vigilancia masiva que construye en secreto».

Greenwald relata lo sucedido en las últimas semanas y cómo Snowden tomó la decisión de dar la voz de alarma sobre los programas de vigilancia secretos:

El 20 de mayo, Snowden abordó un vuelo a Hong Kong, donde permanece desde entonces. Eligió la ciudad porque «tienen un compromiso enérgico con la libertad de expresión y el derecho a la disidencia política», y porque cree que es uno de los pocos lugares en el mundo que resistirá a los dictados del gobierno de los Estados Unidos.

En las tres semanas desde su llegada permanece en una habitación de hotel. «He dejado el cuarto tal vez tres veces durante toda mi estancia», informó. Se trata de un hotel de lujo y, sumando que también consume sus alimentos ahí, tiene ya una gran cuenta por pagar.

Está profundamente preocupado por la posibilidad de ser espiado. Cubre la puerta de su habitación con almohadas para prevenir escuchas ilegales. Usa una gran capucha roja sobre su cabeza y computadora al ingresar sus contraseñas para evitar que alguna cámara oculta lo detecte.

Snowden está plenamente consciente de que sus revelaciones le hicieron instantáneamente un blanco. Reconoce que podría ser objeto de extradición. El gobierno chino puede desaparecerle durante un período para interrogarlo. O bien, puede verse secuestrado y llevado de vuelta a los Estados Unidos por agentes del gobierno. «Pueden pagar a las Tríadas (mafia china) para hacerlo», describió a Greenwald.

«Quiero buscar asilo en un país con el que comparta valores. La nación que encaja mejor es Islandia «, confió al reportero. Islandia fijó anteriormente una posición en favor de la libertad en internet. Sin embargo, Snowden no tiene idea de dónde estará en las próximas semanas o meses.

Thomas Drake, quien también expuso los programas de vigilancia secreta masiva de la NSA y se convirtió en la primera prueba del presidente Obama al enjuiciar a los denunciantes por «espionaje», reaccionó: «Este es un acto extraordinariamente monumental de desobediencia civil».

Recordando su experiencia, señaló: «Las emociones que siente en este momento son increíbles”. Dijo que se necesita gran «valentía y coraje para abrir la caja de Pandora del estado de vigilancia del Leviatán, y para revelar verdades duras sobre un futuro que claramente no se quiere vivir».

«Siempre esperé que mis filtraciones sirvieran como ejemplo», agregó Drake. Snowden, obviamente, «quedó expuesto porque se quedó más tiempo en el sistema secreto. Tenía la obligación de compartir lo que estaba viendo con el mundo”.

Snowden se dio cuenta de que la NSA estaba «decidida a conocer todas las conversaciones y toda forma de comportamiento en el mundo». En un principio consideró a internet como «el invento más importante de toda la historia humana», pero se dio cuenta de que era el momento de actuar, porque «lo que están haciendo plantea una amenaza existencial para la democracia».

«No quiero vivir en un mundo donde no hay privacidad y, por lo tanto, no hay espacio para la exploración y la creatividad intelectual», dijo a Greenwald.

Jesselyn Radack, directora de seguridad nacional y derechos humanos en el proyecto “Responsabilidad del Gobierno”, señaló: «Como abogada que representa a denunciantes valientes procesados por espionaje, espero que el acto valeroso de Snowden ponga un clavo en el ataúd de esta cacería de brujas contra la gente que dice la verdad y trata de hacer de este país y del mundo un lugar mejor”.

Snowden es responsable de exponer de una orden judicial secreta que pide que todos los datos de las llamadas de los clientes de la empresa telefónica Verizon sean entregados a la NSA. Expuso un programa de espionaje (PRISM) que implica que grandes compañías estadounidenses de internet, como Facebook y Google, garantizan a la NSA acceso directo al contenido de los usuarios. Y sacó a la luz una herramienta secreta para rastrear datos mundialmente con un nombre espeluznante: «Informante sin límites».

Drake explicó que Snowden demostró que el estado de vigilancia «no hizo metástasis sólo en los Estados Unidos, sino que también extendió sus tentáculos por todo el mundo». Se trata esencialmente de “tomar el régimen Stasi (órgano de inteligencia de la República Democrática Alemana) y ponerlo en esteroides».

Snowden es una persona políticamente consciente y enterado de que las fugas de información aumentaron el último año. De hecho, él considera que el soldado Bradley Manning, quien es juzgado por la divulgación de información a WikiLeaks, «es un denunciante clásico, inspirado en el bienestar común».

Jesselyn Radack señaló que «él es muy consciente de sí mismo pero también es un realista político. Yo tenía su edad cuando hice la denuncia» de encubrimiento de las torturas del Departamento de Justicia contra el “talibán estadunidense”, John Walker Lindh. Añadió: «Bradley Manning es sólo un poco más joven. Cuando eres joven, es más fácil creer que se puede hacer una diferencia para rescatar a tu país de la decadencia».

«Puede que no sea capaz de cambiar el mundo, pero se puede empujar en la dirección correcta», concluyó Radack. «Y la gente lo hace».

Comparando a ambos informantes, no hay mucha diferencia. Los dos resintieron lo que estaban permitiendo y realizaron actos de desobediencia que desafían directamente al estado de seguridad nacional. Obligaron al gobierno a enfrentar su conducta en el país y en todo el mundo.

Publicado el 17 de junio de 2013

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