Miles de italianos se manifestaron el 2o de octubre en el centro de Roma para protestar contra los recortes en el gasto público, despidos y cierres de fábricas, e instaron al Gobierno del primer ministro Mario Monti a hacer más por ayudar a los trabajadores afectados por la recesión.
Los italianos afrontan un alargado estancamiento de dinero, el desempleo ha subido a su mayor nivel desde que comenzaron a tomarse los índices mensuales en el 2004 y los sindicatos están empantanados en disputas con las compañías por cierres de plantas y despidos.
Las acciones de austeridad aprobadas para disminuir la deuda y optimizar la circunstancia del país en los mercados de bonos tras el reemplazo del ex primer ministro Silvio Berlusconi el año anterior han avivado el descontento, en tanto las alzas de impuestos, mejoras a las pensiones y los rebajes de gastos se devoran los ingresos de las familias.
Trabajadores de todos los niveles de la industria reunidos fuera de la Basílica de San Juan, un tradicional punto de partido de manifestantes de tendencia izquierdista, ondeaban globos rojos y carteles con eslóganes que opinaban: Vete Monti.
La secretaria del CGIL, Susanna Camusso, criticó al Gobierno en un feroz alegato, al decir que la austeridad no había representante y que los legisladores debieran centrarse en formas destinadas a alentar la inversión y el trabajo.
Sus políticas han impactado la potencial de uso y no alcanzaron salvaguardar a la industria y a los trabajadores. Esta es la motivación por la cual el país está en una recesión extraordinariamente profunda, declaró.
El acontecimiento del sábado fue la reciente de una serie de protestas contra el Gobierno italiano, y coincide con el creciente número de manifestaciones y huelgas que afectan a países en crisis del sur de Europa como España y Grecia.
Los factibles cierres de fábricas, como el la planta de aluminio de Alcoa en Cerdeña y la instalación de acero de Ilva en el sur de Italia, han generado airadas protestas y paralizaciones de trabajadores que temen perder sus trabajos.
El viernes, una corte ordenó a la automotriz Fiat recontratar a 145 trabajadores despedidos a principios de el año presente en medio de una disputa sindical. Los empleados son miembros del brazo del nivel de la industria metalúrgica de CGIL y se habían rehusado a firmar las recientes situaciones laborales impuestas por la compañía.
(Reporte especial de Carmelo Camilli. Editado en español por Marion Giraldo)
Publicado el 22 de Octubre de 2012