Más de 100 mil británicos marcharon contra las políticas de austeridad en Londres, Glasgow y Belfast, en lo que fue la mayor demostración de protesta que sufrió el gobierno del primer ministro David Cameron, desde que llegó al poder hace dos años.
La manifestación, bajo el lema «Por un futuro que funcione», fue convocada por la Trade Union Congress (TUC), la central obrera más importante del país, y tuvo el acompañamiento del laborismo, principal partido de la oposición.
«Enviamos un mensaje muy fuerte: la austeridad está fallando. El gobierno le está haciendo la vida muy difícil a millones de trabajadores a causa de los recortes salariales, mientras los ricos lo único que se recortan son los impuestos», sostuvo el secretario general de TUC, Brendan Barber, uno de los oradores del acto que acompañó la protesta en Londres.
La marcha en la capital inglesa, según los organizadores, fue la más numerosa, con una columna de 130 mil personas que transitaron desde el puente Blackfriars hasta Hyde Park, en el corazón de la ciudad.
Los manifestantes portaron carteles que rezaron «no a los recortes», «impuestos para ricos» y «traigan nuestras tropas de Afganistán». «Fuera los Tories», indicaba una de las pancartas más repetidas contra el gobierno de mayoría conservadora.
También hubo llamamientos a realizar una huelga general de 24 horas, propuesta apoyada por los gremios de los trabajadores públicos y el transporte, que son los más afectados por el ajuste.
«Hay que demostrar que con más empleados públicos, más maestros y más enfermeras nuestra sociedad sería un lugar mejor para vivir.Pero no es suficiente desearlo para que ocurra, el tiempo para hacer una huelga llegó», aseguró Mark Serwota, secretario general del sindicato de comercio.
En ese sentido, varios de los panfletos que convocaron al paro, llamaron a imitar la lucha de los trabajadores de España, Grecia y Portugal contra las políticas de sus gobiernos.
Una de las columnas más numerosas fue la de los docentes, que se hicieron notar con un globo inflable en forma de tijera con la frase «los cortes nunca sanan», en referencia a los ajustes que está sufriendo el sector educativo y su consecuencia para la sociedad.
«Nos están recortando varios de los programas escolares como música o arte. También estamos teniendo muchos problemas con planes de infraestructura para reparar o modernizar establecimientos», se quejó Deborah Walker, una maestra de la ciudad de Sheffield.
En ese sentido durante la marcha también se recordó la pelea por «una educación para todos» de Malala Yousufzai, la joven paquistaní baleada hace dos semanas por talibanes y que se recupera en un hospital del Reino Unido.
Los principales cánticos apuntaron contra Cameron y su ministro de Economía, George Osborne, a quienes los manifestantes abuchearon cada vez que alguien los nombraba por un megáfono.
No fue azarosa la decisión de los organizadores de pasar a metros de la casa de ambos, en la mítica Downing Street, como tampoco de manifestarse frente al otro gran centro de poder: el Parlamento británico.
El líder del Partido Laborista, Ed Miliband, se diferenció de la alianza entre conservadores y liberales demócratas que están en el poder, y prometió un cambio de rumbo si se convierte en primer ministro.
Al participar como otro de los oradores del acto central, adelantó que piensa crear un impuesto a los sueldos extraordinarios de los banqueros, construir 100 mil casas y terminar con la privatización del Organismo Nacional de Salud (NHS por sus siglas en inglés).
Sin embargo, cambió aplausos por silbidos cuando afirmó que «si el laborismo estuviese en el gobierno, igualmente tendría que tomar decisiones difíciles porque había que hacer recortes. La diferencia es que la actual administración los está haciendo muy rápido y de forma muy profunda».
La economía británica está en la doble recesión más larga del último medio siglo, con pronósticos que aseguran que la contracción de este año será del 0.4 por ciento.
Si bien las últimas cifras muestran que el desempleo cayó al 7.9 por ciento, la cifra más baja en los últimos 15 meses, la mayoría de los puestos creados son de media jornada, lo que evidencia la inestabilidad laboral que existe por la crisis.
Pese al fracaso de su plan, el primer ministro está decidido a profundizar el ajuste, lo que demostró a principios de este mes cuando anunció nuevos recortes del gasto social por valor de 10 mil millones de libras (16 mil millones de dólares).
Publicado el 22 de Octubre de 2012