La ruta migrante más difícil inicia en El Naranjo, Guatemala, con un recorrido de unas seis horas en lancha desde el Río San Pedro, que desemboca en La Palma, Tabasco, desde donde se caminan 32 kilómetros durante varias horas hacia Tenosique.
Allí algunos se acercan al albergue «La 72» o pernoctan en las vías del tren, esperando su salida con rumbo al norte. En el camino se encuentran con obstáculos, tanto de autoridades gubernamentales -como la policía y agentes de migración- como por miembros del crimen organizado. Las mujeres son quienes se encuentran más vulnerables a las agresiones sexuales. Este proyecto fue editado durante el taller «Violencia y Sociedad en América Latina», de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, con ayuda de Donna de Cesare y talleristas en San Salvador.